Terrence Malick: filósofo-teólogo del cine

Terrence Malick: filósofo-teólogo del cine

Demasiadas voces, combinarlas de forma correcta en unos segundos y en un momento, la voz interior, la voz exterior de multitud de personas y objetos y realidades. Combinar todo eso. Intentar abrir algunos planos en las dimensiones de lo entendible. Cómo verían el mundo un Cromagnon de hace treinta milenios.

Un mar lleno de luces de fuego y llamas. En medio cientos de objetos diferentes. Sentirse no superior a nadie, sentirse no inferior a nadie. Esa es la gran conquista. Hoy, hoy la humildad y modestia no se valora, dónde todo es competitividad. Existimos en una civilización que muchos piensan que solo sobrevivirá haciendo caer a todos los individuos y colectivos, en alguno de los siete errores morales graves. Y así, así lo único que conseguirán es que esta cultura irá declinando y en decadencia. La enorme riqueza de interpretación cultural y de derechos humanos que Europa ha descubierto, se irán muriendo, si no volvemos a una moral colectiva e individual más profunda y seria.

No solo sirven los códigos jurídicos, enormemente humanitarios. También interesa el trato individual que tú, pequeño ser como yo, hacemos a nosotros mismos, y a los cercanos. Nos hemos asalvajado, décadas antes, no tenían tanta cultura libresca, pero tenían la cultura sintetizada de milenios, pero ahora, sabemos más letras pero tenemos menos cultura del interior y de la verdad. Hemos perdido el respeto a nosotros mismos y a los demás, porque hemos caído en multitud de errores morales graves. Pero por otro lado, seguimos hablando de grandes principio éticos jurídicos.

Monólogos y soliloquios. Especialista en ello. Nubes de aire mezcladas con nubes de tormentas de volcán. Cien mentes piensan más que una. Coordinar cientos de millones de mentes-conciencias humanas, con miles de millones de inteligencias ratifícales, en un sistema o artilugio ese será el gran salto que vendrá dentro de unas generaciones. Y entonces, ya el mundo será otra cosa. Aunque no sé como imaginar lo que será el individuo.

La existencia. Pero ésta es según tus circunstancias y época y los conceptos que tengas sobre y en ella y de todo. Esencialmente eres igual al de Chauvet, pero existen diferencias de interpretación de casi todo, además de millones de objetos que ese ser no tenía. Sé que mi escritura tardará mucho tiempo en ser apreciada. Quizás, cuándo haya voluntad de hacerlo, ya apenas quedará casi nada por este mundo. Un racimo de uvas flotando en el aire de una torre de mil metros. ¿Qué busco yo, qué buscas tú, qué busca la humanidad? ¿Qué busca el Buen Dios de nosotros? Combinar filosofía-literatura-arte-teología en una sinfonía cultural es como un piano y al lado una señorita de unos treinta años, esperando el sonido del interior y del exterior, que encuentre su lugar en el mundo.

Esto es gran pensamiento, aunque crea usted que son verborrea de alguien que ha perdido el sentido. Es siempre la exploración de las grandes palabras y de los grandes hechos, de los grandes deseos y de los grandes bienes y grandes males. Solo servimos para esto, los chamanes de ahora, que se llaman científicos o filósofos o artistas. Solo somos los continuadores de esas personas, pero ahora no tenemos tambores, ni danzas, ni bailamos a la luz de la luna. Pero no somos superiores a ellos, es superior la acumulación de interpretaciones culturales que se han producido. En un mar de arena hay alguien que te mira fijo. Y tú no sabes qué decir. Existen demasiados salvadores y demasiadas ideologías. La mayoría quieren hacerte semiesclavos de esas personas, de esos sistemas teóricos prácticos. No es el caso de este escribiente, que solo busca trozos de la realidad, tú o usted, después añada o quite lo que quiera.

Se acumulan pequeños males de muchos o algunos individuos, y puede crearse un gran mal. Los autores de los pequeños males, sean teóricos o sean prácticos, no son capaces y conscientes de lo que sucederá. Pero unes, un padre borracho que pega a su hijo constantemente, y maltrata a su esposa, juntas esta realidad, con una guerra en medio, además de varios teóricos que indican que algunas culturas-sociedades-etnias-religiones, son inferiores y merecen el exterminio, unes a ello una crisis mundial económica, además de un nuevo imperio-ideología. Unes todos estos elementos, más algunos otros, que tienen diverso grado de maldad, y juntas un mal enorme, es decir, campos de extermino, por poner un ejemplo. Por eso, todas las ideologías que defiendan, sin  medida, el relativismo-hedonismo-materialismo-escepticismo moral, son fuentes, aunque no lo sepan de males futuros, porque crearán muchos pequeños males, en muchas personas, que pueden surgir después grandes males…

También existe el bien pequeño, multitud de bienes pequeños, realizados por miles de seres humanos, y juntos forman y conforman una gran nave-bola de bien. No somos conscientes, porque una mancha negra en una pared se nota mucho más que todo el resto de colores y grises. Pero también el bien, bienes pequeños, bienes superficiales, bienes de pequeñas palabras, de pequeños gestos, de pequeños conceptos, de pequeñas intenciones, hacen un gran bien. No somos consciente del bien, que nos han hecho otras personas, con ellas mismas, no haber caído en el mal o en algunos males. No somos conscientes del bien que nos han podido crear otras personas, y que nunca se lo agradeceremos, porque nunca lo conoceremos.

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