Una encuesta realizada por la Junta Nacional de Drogas (JND) entre más de 11.000 jóvenes escolarizados en Uruguay revela que por primera vez el consumo de marihuana supera al del tabaco.

En concreto, el 17% de los encuestados consumió marihuana en el último año, mientras que el 15,5% fumó tabaco, según la Sexta Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en Estudiantes de Enseñanza Media de entre 13 y 17 años, y realizada por el Observatorio Uruguayo de Drogas (OUD) dependiente de la JND.

“Eso es una realidad”, expresó el secretario general de la JND, Julio Calzada, quien matizó que dichos datos están asociados a un fuerte descenso del consumo de tabaco, que ha bajado “significativamente” desde hace 10 años, cuando su prevalencia era del 34%.

La anterior encuesta, realizada en 2011, constataba que el 20,2% de los consultados había fumado tabaco, mientras que el 12% había consumido marihuana.

Uruguay adoptó en 2006 una estricta normativa que prohíbe la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.

Asimismo, en 2013, el presidente de Uruguay, José Mujica, impulsó una ley destinada a la legalización del cultivo, la distribución y el comercio de la marihuana bajo la regulación del Estado.

Según Calzada, la marihuana sigue con la misma tendencia ascendente desde el año 2003, cuando se constató que consumía un 8,4 % de los jóvenes, una cifra que en valores observados ascendió al 17 % en 2014 según la última encuesta.

Estos datos, en opinión de Calzada, demuestran que no se disparó el consumo de marihuana a partir del inicio de aplicación de la ley que regula su mercado.

“La curva no se disparó y esto es muy significativo”, añadió el portavoz de la JND, que rechazó que haya habido un momento “de alta permisividad” en el uso de esta sustancia.

Al respecto, mostró su expectativa de que, en el marco de la regulación del consumo de cannabis, “que se está comenzando a implementar este año”, en el futuro la tendencia ascendente se transforme “ en una meseta y comience a ser descendente”.

El consumo de drogas en jóvenes es, por su orden, de alcohol, bebidas energéticas, marihuana, tabaco y tranquilizantes y los técnicos advirtieron que, excepto por el alcohol, la mayoría de los consumos son experimentales u ocasionales.

Casi dos de cada tres estudiantes usó alguna droga en los últimos doce meses y se constata un descenso del consumo habitual de alcohol.

En 2003, el 55,9% de los encuestados había ingerido una bebida alcohólica en el último mes, mientras que en 2014 lo hizo el 38,7%. La investigación también alertó sobre el consumo de bebidas estimulantes, llamadas energéticas, y la incidencia que tiene la implicación de los padres para evitar el comienzo del consumo en edades tempranas.