Bono (en la imagen) es uno de los personajes más conocidos del mundo, tanto por ser el líder de la banda irlandesa U2 como por luchar por los países más desfavorecidos. “Es uno de los iconos de la historia. Su voz de oye en cualquier país del mundo”, ha declarado Charles Gibb, presidente de la marca de vodka Belvedere, que colabora con la asociación RED, cofundada por Bono y Bobby Shriver, socio de todas sus aventuras, tanto económicas como solidarias.

El cantante es uno de los hombres más conocidos por la lucha por los más desfavorecidos. Ha fundado varias ONG. Una de ellas, RED, que lucha por la erradicación del sida en África y que, desde 2006 recibe las colaboraciones de muchas empresas. Se ha asociado con personajes famosos del mundo, servicios públicos, medios de comunicación y marcas como Apple, Converse o Starbucks, además de llegar a acuerdos con diversas marcas para sacar productos de edición especial, que han llegado a recaudar más de 275 millones de dólares. Se estima que ha ayudado a unos 55 millones de personas. Por otro lado, también forma parte de Global Fund, una asociación que lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria.

Paul David Hewson pasó a hacerse llamar Bono y formó la banda U2 en el año 1976 en Dublín. Desde entonces, han vendido más de 150 millones de álbumes en todo el mundo y han ganado 22 premios Grammy, siendo una de las bandas más reconocidas de todo el orbe.

Por otra parte, Instagram se está convirtiendo en una gran plataforma publicitaria. Kim Kardashian y Beyoncé son dos de las famosas con más seguidores en red social. La empresa tecnológica de vídeo Zefr ha realizado una investigación para averiguar el nivel de “engagement” de los famosos en la plataforma y para conocer las marcas que mejor invierten su dinero. La primera es Selena Gómez, seguida por Kendall Jenner, Taylor Swift, Kylie Jenner y Leo Messi, el único deportista del “top five”.

También, la modelo israelí Bar Refaeli, se ha visto envuelta en un escándalo por la última campaña publicitaria al protagonizar un polémico anuncio acusado de despreciar a las mujeres obesas. Se trata a la mujer como un objeto sexual. Galia Wolloch, directora de la asociación sindical de mujeres Naamat, alega que “es decepcionante e insultante que una mujer como Bar Refaeli, la cual puede influir en las actitudes de los espectadores, elija hacer dañinas percepciones sobre las mujeres”.