Argentina: El Estilo distinto en la poesía de Gabriel Jiménez

Argentina: El Estilo distinto en la poesía de Gabriel Jiménez

La Revista Realidades y Ficciones con editor Hector Zabala, en Argentina, publico un articulo sobre Gabriel Jimenez, renombrado escritor y poeta Argentino.  El poeta Gabriel Jiménez nacido en 1982, vive y escribe en la provincia de Mendoza, Argentina.  Estudio en el programa del profesorado de Filosofía en la Universidad Nacionalde Cuyo y actualmente trabaja como docente en contextos de encierro. En 2009 publicó el volumen titulado “Vidrio Molido”.

En el articulo de la Revista Realidades y Ficciones se destaca “La poesía de Jiménez no cede al intento de la representación, sino que emplea a sus criaturas marginales, los hechos cotidianos, las minúsculas aventuras y peripecias de todos los días, para construir una densa metáfora: el “condado”, esa porción de sufrimiento, deseo, postergación y también de afiladas alegrías donde habita el “coso”, nuestro sujeto narrante. Con atrapante efectividad, Jiménez edifica en nuestras imaginaciones ese “condado”, la denominación metafórica de Las Heras, en Mendoza, donde el “coso” y otros personajes viven, sufren, persiguen o son perseguidos por sus ilusiones, sus sueños y desencantos; allí donde esperan los tantos “qué sin por qué” que alientan el deseo o el desengaño. Como William Faulkner, Jiménez es un creador de regiones que, desde lo real, se proyectan en la imaginación y terminan siendo más verosímiles (o así nos lo hace desear el talento del autor) para nosotros que la misma realidad que nos rodea y nos es propia.”

Para el escritor Luis Benitez, “el segundo volumen de Jiménez,“Coso”, publicado por Ediciones del Dock (Buenos Aires, 2013) lo ubica denotadamente en una región de la poesía argentina que evita la grandilocuencia –uno de los grandes males del género local– en busca de lo cargado de sentido por sí mismo. Como lo están sus personajes y las situaciones por las que atraviesan, signadas por la pertenencia a un ámbito bien determinado, el microcosmos barrial, el gueto suburbano, en definitiva, la frontera tanto ciudadana como lingüística, allí donde la vida real y la diégesis del poema conforman una encrucijada engañosamente sencilla. “Coso” así se inscribe entre los mejores logros de esta corriente poética brindados por los poetas argentinos de las últimas generaciones. Indudablemente, Gabriel Jiménez es un autor para recomendar y mejor todavía, para seguir atentamente libro tras libro. ”

El autor Benitez subraya “la mímesis de su escritura no es una más o menos feliz, por tramos, imitación de las expresiones y el sentir de sus anónimos héroes de todos los días, sino la manifestación en carne viva de aquello que muchos no saben cómo expresar, aunque lo sientan. Se vale Jiménez para ello de un lenguaje dotado de una notable precisión, siempre al borde del sarcasmo, aunque sus abundantes ironías destilan casi invariablemente una oculta ternura ante los hechos o las personalidades de las que da abundante cuenta en este poemario breve pero hondo. Surge así una construcción entrañable, donde paisaje suburbano y gentes se mixturan, para dar un corpus cargado de sentido, al modo del mejor minimalismo –el de los poemas finales de Raymond Carver– cuando en su país, la Argentina, tantos intentos por alcanzar un registro igual en la década de los ’90 no prosperaron.”

Poemas de Gabriel Jiménez

(de “Vidrio Molido”, 2009)

Fuerza de gravedad

me sentaría

con el gato

en la medianera

a mirar

cómo se nos cae la noche

pero dudo

que las leyes de la física

y la medianera

soporten

al gato

la noche,

…………………………y mi caída eterna

…………………………de todos los días

…………………………a esta hora

En casa

donde me crié

ya no hay lugar

donde quedarme.

cuando me fui

pintaron la pieza

cambiaron los muebles,

pusieron otro hijo ahí.

dicen que pase

cuando quiera,

a verlos,

todo está bien

ellos me quieren

pero no saben
cómo expresarlo,
del todo bien.

 

 

 

(de “Coso”, 2013)

Siempre

no sabés cómo hablar

la rutina

te gastó la palabra

 

Mercedes Parral*

Llego a casa

a revolver la tele

y ver cómo se apaga el día,

las rayas a colores dicen

que todo terminó

o peor aún

que está por empezar

de nuevo.

 

A veces

todavía es noche

y afuera los sonidos frágiles,

el primer colectivo

desata la mañana

y el rugir de la tormenta

que está por venir

de nuevo.

 

Se asoma

la somnolencia,

esa presencia del sol

esa parada del micro

y un bostezo que mira

la imagen de un arma

cargada de horas que empiezan a gritar

de nuevo.
* de “Rutina”, inédito.

 

Cebar

la cruel inocencia /

abierta en la morgue del recuerdo /

vivifica la razón

Tony Zalazar **

Los mates tibios lavan la tarde

cebo mil veces la misma historia

y la dejo secar al sol

para volverla a tomar.

 

El agua deja ir al calor,

el sol se esconde en la pared,

y la chica de la historia

me revuelve el mate.

 

Sin estar

causa / que se me laven las tardes,

si estuviera

creo / me quemaría los labios.

El problema

de acostumbrase a cebar

es que no te sigan la ronda.

** “Quherencia”, Ananga Ranga Ediciones, Corrientes 2009.

Fuente: http://revista-realidades-y-ficciones.blogspot.com/

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