La gamificación en la vida cotidiana

La gamificación en la vida cotidiana

La gamificación está de moda. Parece la solución definitiva a la motivación, al crecimiento de los negocios y al compromiso de los clientes con una marca. Bueno… seguramente no será para tanto, pero desde luego bien usada es de gran ayuda en muchos aspectos de los negocios.

¿Qué es la gamificación? En resumen, aplicar las técnicas del diseño de juegos en entornos que no son juegos. Fundamentalmente, se trata de dotar a cada actividad de aspectos divertidos, lúdicos, atractivos o sorprendentes que nos inviten a realizar o repetir esa actividad que es útil para la persona que la hace, para su empresa o para la sociedad en general.

Lo bueno de la gamificación es que trabaja desde el centro de automotivación de las personas. Diseñamos de tal manera que hacer la actividad útil apetece, nos engancha y nos satisface repetirla como sucede con los juegos. El truco es definir bien el comportamiento a promover y conocer a los “futuros jugadores” para encontrar la motivación completamente adaptada para su caso.

“Todo trabajo tiene algo divertido, y si encontráis ese algo en un instante… ¡CHAP! se convierte en un juego.”
Mary Poppins

La gamificación está muy de moda en aplicaciones informáticas que buscan su uso masivo, y también puede ser aplicada a cualquier otro aspecto de la vida diaria. ¿Cómo conseguir que los empleados de una multinacional comiencen a usar un software de gestión de clientes? ¿Cómo promover que los datos insertados en nuestro sistema financiero sean más fiables? ¿Puedo aumentar el ratio de visitas por comercial? ¿Es posible potenciar la colaboración entre empleados de distintos departamentos o países en una empresa? La respuesta a estas preguntas puede ser la gamificación.

Algunos ejemplos especialmente creativos de gamificación en la vida cotidiana pueden servir de inspiración al mundo de los negocios:

  • ¿Cómo conseguir reducir la velocidad de conducción en una zona peligrosa? La respuesta tradicional es poner un radar y multar a quien exceda el límite. Pero en Estocolmo encontraron otra manera. Crearon la “lotería de la velocidad”. A cada conductor que pasa por el radar cumpliendo el límite se le asigna un boleto, cuyo premio es… la recaudación de las multas de todos aquellos que la superaron. Resultados: reducción de la velocidad media (y por lo tanto, del riesgo de accidentes) en ese punto en casi un 20%.
  • ¿Cómo hacer que los ciudadanos reciclen más vidrio? Hemos visto campañas informativas, despliegue de más contenedores con la boca más grande y, en última instancia, tratar de hacerlo obligatorio. Una respuesta desde la gamificación: en lugar de una boca puedo poner cuatro que se enciendan aleatoriamente y añadir un marcador, asignando puntos si el vidrio se inserta por la boca iluminada. Si añado un listado de los mejores “encestadores” tengo un juego a pie de calle que promueve un comportamiento cívico. Un vídeo donde se ve cómo funciona está aquí: http://www.youtube.com/watch?v=zSiHjMU-MUo
  • La gamificación se ha usado para promover hábitos de vida saludables. Strava.com permite competir virtualmente con cualquier corredor o ciclista que entrenen en el mismo recorrido o publicar los resultados entre tus amigos. Zombies!run simula una invasión de muertos vivientes de la que hay que escapar: cuando sale a correr su móvil en lugar de decirle “su velocidad media actual ha bajado”, le envía un mensaje en el que le avisa “¡Corra! ¡Acelere ahora! Una horda de zombies está a punto de alcanzarle!”, todo ello dentro de una historia de la que usted es protagonista.

Y en su negocio, ¿cuál es el comportamiento que le hubiera gustado cambiar al que se puede aplicar la gamificación?

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