Reino Unido ha planteado una nueva propuesta en la que considera imponer sanciones a aquellas páginas web pornográficas que no introduzcan sistemas eficaces de verificación de la edad de los usuarios.
La razón de esta nueva normativa reside en los datos extraídos de un estudio realizado en el país durante el mes de mayo del pasado año, donde se puede apreciar que 1,4 millones de usuarios menores de edad (un 20% de los menores con acceso a internet) consiguieron entrar a páginas pornográficas. Además de esos menores, el 13% tenían entre 6 y 14 años.
Joanna Shields (en la imagen), secretaria de Estado de seguridad en internet en Reino Unido ha comentado sobre el tema: “Al igual que hacemos fuera de Internet, queremos asegurarnos de que los niños no tengan acceso a contenidos pornográficos a través de Internet”.
Las multas que se impondrán para conseguirlo podrían alcanzar hasta 250.000 libras (lo que supone 323.000 euros) y el Ejecutivo favorecería el retiro de las tarjetas de crédito y los anunciantes no insertarían campañas de publicidad en las webs que incumplieran el reglamento.
Por otra parte, las mujeres rechazan la publicidad con imágenes sexuales crudas. Nicola Mendelsohn, de la agencia de publicidad Grey de Londres, explica el éxito que ha tenido una depiladora en cuya publicidad se usaba una silueta neutral en vez de una imagen abiertamente sexualizada. Otro publicitario, Peter Frost, dice que las imágenes explícitamente sexuales son de mal gusto y cada vez más irrelevantes. También muchos hombres prefieren una publicidad más humorística e informativa. Según el Instituto de Marketing CIM, sólo el 6% de los espectadores se consideran influidos positivamente por imágenes sexuales en la publicidad
Ciertos mensajes equívocos están dejando una estela de mal gusto y desencanto. La utilización del sexo en el ámbito publicitario no es otra cosa sino dar al cuerpo una estimación propagandística, frente a la valoración de su dignidad que se traduce en una significación trascendente. Además, cuando se maneja como pretexto para reconducir psicológicamente a la persona hacia una determinada opción de compra, se está haciendo caer al consumidor en la sucia trampa de la pornografía.
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