El Senado de los EE.UU. aprobó el martes la “Ley de Libertad de EE.UU.”, una reforma a la ley de vigilancia interna, que va a extender el programa de recolección a granel de información telefónica de la Agencia Nacional de Seguridad por espacio de otros seis meses, luego de lo cual se pondrá fin a esta práctica.
La aprobación de este proyecto de ley, por 67 votos contra 32, se produjo más de 36 horas después de que tres partes de la “Ley Patriota” expiraran el lunes, forzando a la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) a desmantelar su colección a granel de metadatos recogidos telefónicamente en los EE.UU.
De acuerdo con la “Ley de Libertad de EE.UU.”, el controvertido programa de recolección a granel de metadatos de la NSA, que expiró el lunes, va a continuar por otros seis meses. Después del período de transición de seis meses, ya no se le permitirá al gobierno de los EE.UU. almacenar ningún tipo de metadato telefónico del público estadounidense. En su lugar, las compañías telefónicas van a asumir la responsabilidad de almacenar metadatos telefónicos, y a las agencias federales les será requerido obtener una orden judicial antes de acceder a los metadatos telefónicos de un determinado caso.
Dado que la Cámara de Representantes aprobó el mes pasado el proyecto de ley con una votación de 338 a 88, el voto del Senado ayuda a hacer avanzar el proyecto de ley a la Casa Blanca, donde el presidente Barack Obama ha prometido su promulgación. La medida va a reemplazar a un programa, por el cual la NSA cosechaba datos acerca de las llamadas telefónicas de los estadounidenses, con un sistema más direccionado. El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, sufrió críticas políticas durante la encarnizada pelea en torno a la medida. Él y otros senadores republicanos de línea dura se opusieron al proyecto de ley, aún después de que la Cámara Baja lo aprobara en una amplia votación bipartidaria el mes pasado.
El líder de la minoría del Senado, Harry Reid, atacó a McConnell por la caducidad en las provisiones de la “Ley Patriota”, argumentando que eso no hubiera pasado si el líder del partido Republicano no hubiera gastado el mes pasado tanto tiempo en la legislación comercial. La aprobación del proyecto de reforma de la ley de vigilancia en el Congreso, que votó en favor de ponerle riendas a los poderes de vigilancia de la nación, es considerada una gran victoria de los críticos del programa de la NSA, que ha estado en vigencia desde poco después de los ataques del 11 de septiembre del 2001.
El proyecto de ley, que se presentó casi dos años después del día en que el contratista de la NSA, Edward Snowden, revelara al mundo por primera vez la existencia del programa, va a poner fin a la colección de “metadatos” telefónicos de la NSA y también a limitar otro tipo de recolección de datos, así como agregar nuevas medidas de transparencia y designar un nuevo panel de expertos en el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, que supervisa las actividades de inteligencia de ultramar, pero actualmente solo atiende los argumentos presentados por el lado del gobierno.
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