Se acerca la Navidad y con ella la invasión de dulces: mazapanes, turrones y bombones Se va a celebrar el nacimiento del Hijo de Dios, Jesucristo, el Redentor del mundo. Son fiestas de familia que, alrededor de la mesa, se conmemora el acontecimiento mas importante de la Humanidad.
Por otra parte, un estudio llevado a cabo por el Stiftung Warentest, una fundación que publica estudios, equivalentes a los que lleva a cabo la OCU en España, ha analizado 23 tipos de bombones diferentes, pertenecientes a diversas marcas. Ya se sabe que los bombones engordan, pero al parecer no es el único peligro que esconden. En la mayoría de las muestras analizadas se ha encontrado restos de aceite mineral, un producto obtenido de la destilación del petróleo, que no es apropiado para el consumo humano.
Cínicamente, una de las marcas sancionadas es también una de las más caras, los chocolates Godiva de mazapán, un fabricante belga que es el proveedor de la Familia Real belga, contienen ácido sórbico (E 200), no indicado en ningún momento en el empaquetado, y también aceites minerales. La marca Bandy Brooks ha provocado una gran alarma social al contener, los bombones, un alto índice de aceites minerales, entre ellos los aromáticos, sospechosos de ser cancerígenos y que son utilizados en la fabricación del papel reciclado. Todos los fabricantes cumplen lo previsto en las regulaciones legales que consiste en que las marcas deben emplear un 25% de chocolate para que todos los bombones puedan ser considerados como tales. Aunque los resultados son notorios, no deben alarmar al consumidor. La cantidad de aceite mineral que contiene un bombón no llega a ser perjudicial para la salud.
Por último, considero que las autoridades competentes deben poner todos los medios legales para que los fabricantes de golosinas no utilicen productos nocivos para la robustez de los consumidores. Se debe legislar y, por lo tanto, prohibir a los fabricantes de bombones el empleo de estos productos dañinos para la salud.
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