“Estamos al tanto de que Arabia Saudita ordenó el cierre de las misiones diplomáticas iraníes en el reino”, dijo el portavoz del Departamento de Estado John Kirby.
Estados Unidos exhortó el domingo a los líderes de Medio Oriente a que tomen medidas para “calmar las tensiones” en la región, luego de que Arabia Saudita ejecutara a un clérigo chiita saudí.
La ejecución el sábado del jeque saudí Nimr Baqer al Nimr, un crítico virulento al poder de Riad, fue seguida de ataques a la embajada saudí en Teherán y desató el domingo la ruptura de relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán.
“Estamos al tanto de que Arabia Saudita ordenó el cierre de las misiones diplomáticas iraníes en el reino”, dijo el portavoz del Departamento de Estado John Kirby.
“Creemos que el compromiso diplomático y las conversaciones directas siguen siendo fundamentales para superar las diferencias y seguiremos exhortando a los líderes de toda la región a que tomen medidas para calmar las tensiones”.
La ejecución de Nimr provocó la ira de las comunidades chiitas de Arabia Saudí, Líbano, Baréin, Yemen e Irak.
La ONU, la Unión Europea (UE), Alemania y Francia expresaron también su preocupación y temen una intensificación de las tensiones entre chiitas y sunitas en la región, manifiestas en el conflicto sirio y en la guerra de Yemen.
El líder chiita de 56 años fue ejecutado el sábado junto a otras 46 personas condenadas por “terrorismo”. La mayoría eran yihadistas del grupo Al Qaida.
Luego de la ejecución, una turba atacó la embajada saudí en Teherán y el consulado de este mismo país en la ciudad iraní de Mashad.
En respuesta, el ministro de Relaciones Exteriores saudí, Adel al Jubeir, anunció este domingo la ruptura de las relaciones diplomáticas de Arabia Saudita con Irán y ordenó que los diplomáticos iraníes abandonaran el reino en 48 horas.
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