La superposición cuántica ya hace efectiva la existencia de una descomunal potencia de cálculo. No es que los sistemas de procesamiento de información de las computadoras convencionales no puedan ser muy potentes, puesto que ya lo son. Sucede que la investigación en busca de los ordenadores cuánticos está dando resultados. Un electrón puede estar en varios estados de forma simultánea y esto mismo posibilita el logro de una potencia y capacidad mucho mayor en el procesamiento y tratamiento de información. La informática cuántica es una revolución tecnológica de primer nivel.
Lo que no quiere decir que las supercomputadoras actuales vayan a quedar obsoletas. Ya que las condiciones que requieren los qubits deben ser muy especiales, porque tienen que mantenerse a temperaturas cercanas al cero absoluto para evitar errores de cálculo y también de almacenamiento de la información.
Por tanto, es evidente que seguirán existiendo los ordenadores actuales y la utilización de los superordenadores cuánticos será algo propio de grandes corporaciones, empresas, instituciones o centros de investigación. Quizás en un futuro no muy lejano el coste económico de millones de dólares de cada ordenador cuántico se haya reducido muchísimo y esté al alcance de los ciudadanos. De momento y en los próximos lustros parece que no va a ser así.
Los beneficios que va a producir la computación cuántica son extraordinarios. Porque podrán ser aprovechados a través de la nube por medio de una plataforma denominada IBM Qantum Experiencie. La utilidad del enorme aumento de la velocidad de cálculo y procesamiento que proporciona la computación cuántica es inmensa. Hará posible la investigación y la elaboración de nuevos fármacos y materiales que aumentarán la calidad de vida. Impulsará el aprendizaje de las máquinas por medio de la Inteligencia Artificial. Además, asegurará que los datos viajen seguros por las redes.
Los complejos sistemas de simulación verán incrementadas sus prestaciones y potencia. Si a esto se unen los avances de la realidad aumentada y de la tecnología se puede pensar que en unos años los cambios van a ser prodigiosos. Estamos asistiendo al surgimiento de una nueva civilización hipertecnológica o hiperdigital.
Está creciendo a ritmos exponenciales la información que se maneja en nuestro planeta y esto requiere que se utilicen nuevos sistemas para almacenar mucha más información en menos espacio físico y también para procesar gigantescas cantidades de datos, que cada vez son mayores. Porque el acceso de más personas a Internet es algo muy positivo, pero debe ir unido a la informática cuántica. Los más de 3.000 millones de internautas son una cifra enorme. Pero los usuarios de Internet irán aumentando en número en los próximos años y es un dato muy importante en relación con las redes de comunicación y transmisión de información.
El tiempo es un factor crucial en el Big Data. Y con la cuántica se podrán reducir mucho los tiempos de procesamiento y también de los de encriptación y de otras clases de operaciones. Los procesos de investigación en algunas disciplinas serán menos largos en el tiempo, lo que aumentará los rendimientos de una manera muy notable o incluso sobresaliente. Lo que supone un aumento más rápido de la producción científica.
Que ya se puedan comprar ordenadores cuánticos por unos cuatro millones de dólares es un dato magnífico, porque significa que se ha dado un paso trascendental de cara a un futuro que nos proporcionará enormes avances y descubrimientos.
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