El pasado 18 de marzo de los corrientes; Crimea celebró su primer aniversario del histórico referéndum sobre la reunificación con Rusia. Hace más de un año, un poco más de 95% de los habitantes de Crimea se expresaron a favor de ser parte de Rusia tras el golpe de Estado en Ucrania, orquestado por los oligarcas, EU y su financista principal EE.UU.
Un año después de la anexión de Crimea, un sondeo tras otro demuestra que los vecinos – ucranianos, étnicos rusos o tártaros – están de acuerdo en una cosa: la vida con Rusia es mucho mejor que la vida con Ucrania.
Hace unos días atrás, en su publicación la edición norteamericana de la revista Forbes ha publicado los resultados de las encuestas sociológicas de dos estructuras autorizadas occidentales – una la institución Gallup de EE.UU. y la otra GFR alemana. Esta ultima está entre las cuatro principales “oficinas” sociológicas en el mundo. Así que para dudar de los resultados de los estudios creo no hay razón.
Por consiguiente en las páginas de Forbes el periodista estadounidense, Kenneth Rapoza, en su artículo “One year after Russia annexed Crimea: Locals prefer Moscow to Kiev” dice que la situación en Crimea es diametralmente opuesta, y en Ucrania es muy diferente de lo que suele decir el Departamento de Estado de EE.UU.
Durante los últimos doce meses en Crimea poco ha cambiado, destaca Kenneth Rapoza. A pesar de todas las declaraciones de Kiev, Bruselas, Washington y de la OSCE, la mayor parte de la población de la península de Crimea cree que el referéndum sobre la cuestión de la secesión de Ucrania era legítimo. En algún momento Occidente tendrá que reconocer el derecho a la autonomía de Crimea. Si tan sólo todos decidimos que los residentes locales, entrevistados por Gallup y GFR, contestaban las preguntas en la presencia de agentes del FSB (antes KGB), debajo de un arma de fuego, dice Kenneth Rapoza.
En junio 2014 el Instituto Gallup en cooperación con Broadcasting Borrad of Governors preguntó a los residentes de la península de Crimea, sí los resultados del referéndum celebrado el 16 de marzo de 2014 reflejan el verdadero estado de ánimo de las personas. El 82,8% de los encuestados en la península de Crimea dijo que sí se reflejaban. Cuando los investigadores dividieron a los participantes en grupos de acuerdo a sus pertenecientes étnicos, se encontró que 93,6% de la etnia rusa y 68,4% de los ucranianos tienen fe en la legitimidad del referéndum. Asimismo, cuando a los habitantes de Crimea les preguntaron si se mejorará la vida de sus familias al unirse a Rusia, una respuesta afirmativa se le dio a un 73,9% de los encuestados, y el negativo – sólo 5,5%.
En febrero de 2015 los resultados de una encuesta realizada por la empresa alemana GFK, mostraron que la actitud de la gente no ha cambiado. A la pregunta “¿Aprueba usted la anexión de Crimea?” 82% de los encuestados respondió “definitivamente sí” y 11% – “Sí, en su mayor parte”. Sólo 2% de los encuestados dijo que no aprueban la anexión. 3% de los encuestados no respondió.
Teniendo en cuenta los resultados de estas dos encuestas realizadas por empresas occidentales, no hay duda de que la inmensa mayoría de la población de Crimea no cree que los obligaron a engaño a votar por la anexión: creen que ellos y sus familias estarán mejor con Rusia, y no con Ucrania. Hace un año, el 83% de la población de Crimea participó en un sufragio universal, y casi el 97% de ellos estaban a favor de la reunificación con Rusia. Pues la mayoría de los habitantes de la península de Crimea – son étnico ruso.
Los Estados Unidos intentaron centrarse en la necesidad de proteger los derechos de las minorías étnicas de la península, exactamente a los tártaros, que constituyen aproximadamente el 10% de la población de Crimea. De 4% de los tártaros, que dijeron que ellos no aprueban la anexión de Crimea, la mayoría – 55% – han explicado que ellos creen en el hecho de que la anexión tuvo que ser llevada a cabo de acuerdo con las leyes internacionales y con el consentimiento de Kiev. El otro 24% dijo que la votación en el referéndum se había celebrado “bajo presión”, que, lo más probable, significa unas amenazas políticas o militares destinadas a sacar a la gente a votar para la anexión a Rusia.
Según la encuesta de GFK al preguntar a los habitantes de Crimea, si va a hacer una evaluación justa de los eventos en Crimea por parte de los medios de comunicación de Ucrania, sólo el 1% de los encuestados dijo que los medios ucranianos “proporcionan información absolutamente confiable”, y sólo el 4% dijo que la información “más fiable que la mentira.
Pues sólo el 13% de habitantes de Crimea creen que su situación financiera se ha deteriorado en el último año. El 21% de la población considera que su situación financiera por el año mejoró significativamente, el 30% – sólo mejoró, 35% dijo que su situación se mantuvo en el mismo nivel que el año pasado. En comparación, en Ucrania, al mismo tiempo, los sociólogos ucranianos dicen que 94% de la población declaró un fuerte deterioro en su bienestar.
Por lo tanto, los resultados de las encuestas de Gallup y GFK muestran que ahora Ucrania está profundamente dividida, señala Kenneth Rapoza. Las diferencias en los puntos de vista políticos, finalmente, amenazan la integridad territorial de Ucrania. Sólo el 19% de los residentes del este y 26,8% del sureste del país creen que Ucrania debería ingresar en la UE, mientras que en el oeste la idea de la necesidad de la adhesión a la Unión Europea mantenga 84,2% de la población. Casi 60% de los residentes de la zona norte del país coinciden en que Ucrania debe ser parte de la eurozona y aproximadamente la mitad de los residentes de la parte central están por la integración con la UE.
Por otro lado menos aún los residentes de este y del sureste de Ucrania apoyan la idea de la integración con la OTAN, y en las partes central y norte del país, sólo un tercio de la población está de acuerdo en que Ucrania debe unirse a la alianza militar occidental. Mientras tanto, en occidente, esta cifra alcanza 53%.
Es interesante que a pesar de la supuesta participación de Rusia en el movimiento separatista en el este de Ucrania, sólo 35,7% de los encuestados dijeron que ellos perciben la participación de Rusia, en su conjunto, positivamente, pues 71,3% de la población de Crimea se solidarizó con la posición de Rusia, como lo demuestra una encuesta realizada por Gallup el año pasado.
En conclusión se puede decir que las fuerzas sensatas en la sociedad occidental están tratando de llevar la verdad a los “halcones” que viven en el mundo de sus sueños y fantasías. El hecho es que: “Crimea se convirtió en ruso principalmente debido a la posición de sus habitantes. Y con “la euro-integración” en Ucrania no es tan simple.”
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