El Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad publica los últimos datos de Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE) que corresponden al año 2014 y, por primera vez desde el año 2005, la cifra se sitúa por debajo de los 100.000, en 94.796. Se han reducido en 13.894. Con esta bajada se mantiene la línea de descenso que se inició en 2011.
Estos son los datos oficiales sin tener en cuenta los abortos clandestinos llevados a cabo en los diversos chiringuitos abortistas que se encuentran dispersos por toda la geografía española.
Las asociaciones provida aseveran que no es suficiente. «Si RedMadre, con sus escasos medios, pudo contribuir a evitar cerca de 10.000 abortos, ¿qué no podrían conseguir las administraciones si aplicasen políticas eficaces y bien dotadas de apoyo a la mujer embarazada? No podemos contentarnos con ver la evolución vegetativa de las cifras del aborto: toda la sociedad tiene que implicarse en la supresión de esta lacra de nuestra época», subraya su Directora General. Y es que las ayudas a la maternidad tampoco aparecían en la mayoría de los programas electorales con los que se presentaron a las pasadas elecciones los partidos políticos. Todos afirman que destinarán planes específicos para apoyar la maternidad.
Con estos datos y teniendo en cuenta que mueren mas personas que nacen, nuestro país está en declive, envejeciendo. Los jubilados, dentro de unos años, no podrán cobrar sus pensiones ya que no habrá dinero en las arcas públicas que les pueda sustentar.
Asistí a una conferencia pronunciada por Jesús Poveda, Presidente de la Asociación Pro Vida y Catedrático en la Universidad Autónoma de Madrid, al referirse a los abortos afirmó que: “Los malos hacen muy bien el mal y los buenos hacen mal el bien”. La preferencia por el aborto resulta una carrera feroz con una intención; matar la criatura que está en el seno materno, porque la adolescente cavila que, tal vez así, arreglaría sus apuros. La mejor opción al aborto está en una sociedad más sensata, que jamás consienta la indiferencia hacia los frágiles y que aprenda a proteger la dignidad del ser humano, del chiquillo o del longevo, del no nacido y del que nace con penosas carencias físicas. Todos podemos ayudar a la joven, en estado de buena esperanza, abortar origina melancolía, zozobra e intentos de suicidio.
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