El líder judío de Ucrania desestima incidentes antisemitas como ‘provocaciones’ escenificadas por Rusia, que fueron atribuidas a nacionalistas ucranianos. Rusia continúa aseverando que sus fuerzas no están presentes en Crimea, a pesar de testimonios de testigos oculares.
Durante su visita oficial a Kiev, el Secretario de Estado John Kerry hizo una ofrenda floral en señal de solidaridad y respeto por los manifestantes que murieron durante las semanas de lucha que llevaron al derrocamiento del presidente ucraniano Viktor Yanukovych. El 4 de marzo a Kerry se le unieron varios líderes religiosos en el acto de depositar flores sobre la calle Instytutska de Kiev, al tiempo que también caminaron a lo largo de las barricadas montadas por los manifestantes en la Plaza Maidán. El más encumbrado diplomático estadounidense habló con muchas personas que compartieron sus experiencias de los últimos tres meses en Ucrania, especialmente durante los enfrentamientos del 18 al 20 de febrero, cuando fueron muertas alrededor de un centenar de personas inocentes.
El líder de la Iglesia Greco-Católica de Ucrania, el Patriarca Sviatoslav Shevchuk, agradeció a Kerry por venir a Ucrania y pidió apoyo internacional para el pueblo ucraniano y el gobierno ucraniano. En presencia de líderes de otras confesiones, el Patriarca Shevchuk pidió a Kerry que tomara nota de la ausencia de conflictos interreligiosos o interétnicos en Ucrania. Kerry respondió: “Sí, lo veo”.
Entre los otros líderes religiosos estaba el rabino Yaakov Dov Bleich. Originario de Nueva York, el rabino Bleich ha vivido en Ucrania desde 1989. El rabino Bleich agradeció a Kerry por el apoyo de los Estados Unidos a Ucrania. El pidió a Kerry que considerara la idea de trasladar el venidero encuentro de las más importantes naciones del mundo, el G8, a Kiev, a fin de “mostrar que ustedes se preocupan por el pueblo de Ucrania. Muestren que ustedes están con ellos y cambien aquel G8 por el G7”. De acuerdo con el rabino, “la idea fue bien recibida”. Él agregó que “el Secretario de Estado dice que le gustó la idea y que su gente dice que les encantó”.
“Le entregué el comunicado oficial de la comunidad judía,” dijo el rabino Bleich luego de la reunión. “Nosotros no queremos derramamiento de sangre y no queremos una guerra; queremos que todo se resuelva diplomáticamente, a través de conversaciones. Venimos juntos para decir que queremos que Ucrania siga unida”. El rabino Bleich acusó a Rusia de escenificar deliberadamente “provocaciones” antisemitas en Crimea para justificar su invasión de la ex república soviética, que forma parte de Ucrania desde 1954. Fue en una conferencia de prensa en Nueva York el 4 de marzo, que el rabino Bleich comparó el comportamiento de Rusia con el de los nazis antes de la invasión Anschluss de Austria en 1938. “Los rusos probablemente han hecho cosas disfrazándose de nacionalistas ucranianos” dijo, agregando que esa es “la misma manera en la que actuaron los nazis, cuando querían entrar en Austria y crearon provocaciones.”
Bleich reconoció que hay preocupación al respecto, pero dijo que la comunidad judía ha recibido por parte de altos líderes gubernamentales garantías de que su seguridad será protegida. “Los rusos están exagerando esto, en forma totalmente desproporcionada,” dijo, refiriéndose a las acusaciones de antisemitismo contra algunas facciones nacionalistas ucranianas. Más aún, él dijo que los ucranianos de todas las creencias están unidos en su respuesta a la incursión rusa. “Había muchas diferencias de opinión durante la revolución, pero todas ellas han desaparecido hoy,” dijo. “Nos enfrentamos a una amenaza exterior llamada Rusia. Eso ha unido a todos”.
El rabino Bleich instó a EE.UU. a proveer asistencia militar a Ucrania. Aunque admitió que los estadounidenses están “cansados de la guerra”, dijo que Ucrania necesita de “botas en el terreno para proteger la democracia” y para prevenir “que la guerra fría se ponga caliente.”
En una declaración difundida al pueblo ucraniano, el Patriarca Shevchuk dijo que la Iglesia ha estado junto al pueblo a lo largo del conflicto que derrocó al antiguo gobierno. Con respecto al conflicto con Rusia, él dijo que “continuará quedándose con su pueblo. “Si, Dios no lo permita, debiéramos pararnos juntos en el campo de batalla con nuestros soldados, con nuestro ejército, la Iglesia Ucraniana, especialmente la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, está lista para proveer apoyo pastoral. Cada ciudadano de Ucrania debe estar preparado para defender su independencia y la soberanía del Estado. La Iglesia siempre ha buscado defender la paz. La Iglesia ha tratado a toda costa de prevenir el derramamiento de sangre. Desafortunadamente, ya hay víctimas en Ucrania, y el derramamiento de sangre no fue prevenido. Nosotros continuaremos aprovechando cada oportunidad para aflojar la tensión en la sociedad y evitar bajas”.
El Patriarca Shevchuk instó a que se dejen de lado todas las disputas interreligiosas.”Ahora necesitamos unirnos y consolidarnos a fin de proteger a nuestro pueblo y nuestro país. Yo hago un llamamiento a todos los fieles de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana y a todo el pueblo ucraniano. Nuestro pueblo y nuestro país están actualmente en peligro. Nosotros debemos levantarnos por nuestro país, estar listos, – si fuera necesario, – para sacrificar nuestras vidas a fin de proteger el Estado libre, soberano, independiente y unificado”.
Rusia ha negado que tiene tropas en Crimea. Hablando en Madrid, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, dijo que las llamadas fuerzas de “auto-defensa” tienen el control de la estratégica península. Y condenó nuevamente la destitución del presidente Yanukovych. ‘‘Hubo una toma armada del poder y fue derrocado un presidente elegido en forma legítima. Esto fue una violación de la constitución de Ucrania. Si la comunidad internacional está alentando a aquellos que ahora intentan gobernar a nuestro gran, histórico vecino, ellos deben darse cuenta que eso establece un ejmplo muy malo y contagioso’‘, dijo Lavrov. Las tropas que ocupan Crimea entraron al área en vehículos militares que tenían matrículas rusas, aunque las tropas en sí mismas no llevaban insignias identificatorias.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, a la par de EE.UU. y Rusia, parece mostrar una preferencia por el embrollo diplomático. “Está muy claro que lo que pasó en Ucrania fue una agresión del lado ruso y de Crimea. Pero ahora nosotros tenemos que pensar en una salida, una salida no sólo acerca de Ucrania, sino una salida y el futuro de Rusia, como Rusia va a ocuparse de lo que Rusia le hizo a Ucrania”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores Andriy Deshchytsia. Sin embargo, en las conversaciones llevadas a cabo actualmente en París, Rusia ha estado notablemente ausente. El 5 de marzo a Kerry se le sumaron Deshchytsia y el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Douglas Haig.
Los EE.UU., el Reino Unido, Rusia y Ucrania son signatarios del Memorando de Bucarest de 1994, que trajo aparejado el desmantelamiento de las armas nucleares de Ucrania, – que eran las terceras más numerosas del mundo, – a cambio de garantías por parte de EE.UU., Rusia y el Reino Unido, que las fronteras territoriales de Ucrania serían respetadas y defendidas.
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