Este año, el mundo celebra el 70 aniversario de la Victoria sobre el nazismo en Europa. El 8 de mayo 1945, en presencia de representantes de la URSS, EE.UU., Reino Unido y Francia, en el suburbio de Berlín, en Karlshorst, era firmado el acto de rendición incondicional de las tropas nazis. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial continuó durante cuatro largos meses hasta la rendición de las fuerzas armadas japonesas.
En Rusia y en las ex repúblicas soviéticas esa memorable fecha tradicionalmente la celebran cada 9 de mayo. La derrota del nazismo en Europa significa el triunfo de las fuerzas del humanismo, la libertad y la democracia.
La alegría de la victoria, el fin de la sangrienta guerra lo dividieron igualmente todos los pueblos del mundo que contribuyeron a la derrota del enemigo común. Los soldados de la coalición antihitlerista, unidos por la victoria común y el triunfo de la fe en un futuro de paz, se sienten parte de una humanidad común, una civilización común basada en los altos ideales de la bondad y la justicia.
El Desfile ceremonial en la Plaza Roja en Moscú y otras ciudades de Rusia y de la ex Unión Soviética recuerda al mundo sobre el heroísmo del pueblo soviético y sus fuerzas armadas, que han hecho una contribución decisiva a la derrota del fascismo. El Presidente ruso, Vladímir Putin, ha invitado a muchos jefes de Estado a esta ceremonia.
Sin embargo, Washington recomienda a los jefes de Estado y de Gobierno no participar en la celebración del 70 aniversario de la Victoria de la URSS en la Gran Guerra Patria. El portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, dijo: “En el caso concreto de un desfile militar, hemos tomado nota de lo que está sucediendo en Ucrania e instamos a otros países a tomar en cuenta también la misma cosa”.
Entre los invitados de Rusia no estarán ni el presidente de EE.UU., Barack Obama, ni el primer ministro británico, David Cameron, los líderes de aquellos países que eran aliados de la Unión Soviética en la coalición antihitlerista.
Durante la guerra, la Unión Soviética, Estados Unidos y Gran Bretaña estaban juntos, y que esta unidad ha proporcionado la gran victoria. Es ingenuo exigir a los líderes actuales de EE.UU. y del Reino Unido la sabiduría de sus distinguidos predecesores, Franklin Roosevelt y Winston Churchill, que sabían cómo, a pesar de las diferencias ideológicas obvias, diferentes intereses, encontrar un lenguaje común con José Stalin, para luchar juntos contra el enemigo común y rendir homenaje al heroísmo del soldado soviético-libertador.
Los que no llegan justifican su desestima de Desfile de la Victoria en Moscú; los acontecimientos en Ucrania, en los cuales por alguna razón se acusa a Rusia. Mientras tanto, el golpe de Estado de Kiev y luego la guerra civil que inició los estrategas estadounidenses, y el mundo lo sabe. Con la connivencia de Occidente el fascismo una vez más se hace sentir ahora en Ucrania.
A Moscú llegarán más de 20 líderes de Estado para rendir homenaje al país, a pagar 28 millones de vidas por la victoria sobre la máquina inhumana fascista, sedienta de la esclavización total del mundo. Como dijo el presidente checo Milos Zeman: – “No participar en las celebraciones en Moscú, me hubiera insultado la memoria de 150 mil soldados soviéticos que dieron su vida por la liberación de Checoslovaquia”. Líderes de Latinoamérica también asistirán a esta magna conmemoración de unidad y fraternidad. Recordaba Fidel Castro: “Mientras más unidos estemos más difícil le será al enemigo el podernos derrumbar”.
Los comentarios están cerrados.