Gracias a las gafas de realidad virtual, podemos transportarnos a otros mundos. Pero eso de ver los pixels en la pantalla hace que pierdan parte de su “realidad”.
Los investigadores de N-Vidia han llegado a una solución muy original: modificando dos paneles LCD normales en un modelo que llaman “visualización en cascada” pueden cuadruplicar la densidad de puntos por pulgada sin hacer el sistema ni más complejo ni más caro. Este sistema es especialmente útil para su uso en gafas y dispositivos donde, por la cercanía de la pantalla al ojo, los pixels se ven realmente grandes.
El sistema se basa en que cada pixel de una pantalla LCD se muestra a través de pequeños “obturadores”. La segunda pantalla (en cascada) se coloca ligeramente desplazada respecto a la primera, por lo que cada pixel de la inferior se convierte en cuatro a nuestra vista. Esto permite no sólo percibir imágenes más nítidas, sino también movimientos más fluidos en la pantalla.
Es cierto que el sistema tiene varios inconvenientes, ya que al superponer dos imágenes la luminosidad se pierde ligeramente; además, es necesario ajustar matemáticamente los valores de los colores y brillos para que la imagen sea correcta. Pero estos problemas no son demasiado relevantes en las gafas de realidad virtual, donde las imágenes son pequeñas, cercanas a los ojos y se emiten dentro de una máscara oscura.
Hay que tener en cuenta que la densidad de píxeles no es el único factor para que la experiencia de realidad virtual sea mejor. Aspectos como el ángulo de visualización es aún más relevante, según el estudio de Doug Bowman, un profesor de Virginia Tech. Aún así estos avances son muy interesantes, ya que el uso de la realidad virtual va mucho más allá de los juegos, con aplicación en tareas como la ayuda a la independencia de ciertos enfermos o la recuperación de lesiones.
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