La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recomendó “imparcialidad” a los magistrados luego que el Tribunal Superior Electoral hizo lugar a una demanda de la oposición que la acusa de haber financiado de forma irregular su campaña proselitista.
La mandataria que pertenece al Partido de los Trabajadores (PT) instó a los magistrados a proceder con “imparcialidad en los juzgamientos” y los instó a que respeten el “derecho a la opinión del otro”.
Las afirmaciones fueron pronunciadas durante un encuentro de empresas periodísticas en Brasilia donde poco antes el Tribunal Superior Electoral decidió reabrir una investigación sobre presunto financiamiento ilegal de la campaña presidencial del PT en 2014.
La demanda fue presentada por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), presidido por el senador Aécio Neves, candidato que cayó ante Rouseff en 2014 por sólo tres puntos porcentuales. El PSDB y otras formaciones opositoras también respaldan la apertura de un juicio político contra Rousseff que podría sustanciarse en el Congreso.
El lunes pasado, la presidenta recomendó “dialogar mucho” con los partidos afines al gobierno y adversarios, durante la presentación de su nuevo gabinete, con más miembros de partidos aliados. Según analistas, ese nuevo equipo de gobierno con más ministros que no pertenecen al PT es parte de una estrategia para contar con un respaldo mayor en el Congreso y así erosionar la base parlamentaria del juicio político.
El discurso conciliador del lunes fue repetido por Rousseff en su pronunciamiento ante editores y periodistas reunidos en Brasilia. Brasil vive “un momento de acentuadas divergencias, en el que son fundamentales (actuar con) serenidad, tener respeto por las diferencias (procurar) la formación de consensos en un ambiente más ameno y amigable” dijo Rousseff la noche del martes.
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