El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, salió este domingo de Estados Unidos hacia Asia para una gira que le llevará a China, Birmania y Australia para participar en las cumbres de la Apec, la Asean y el G20.
Obama dejó el territorio estadounidense poco antes de la 01H30 (06H30 GMT) con destino a Pekín, la primera etapa de una gira asiática de ocho días, donde participará en el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC).
Después viajará a Naypyidaw, la capital de Birmania, para participar en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) y finalmente a Brisbane (Australia) para el G20.
Obama viaja con su consejera de seguridad nacional, Susan Rice, y otros asesores.
La parte china de su viaje estará dominada por la reunión con el presidente Xi Jinping en Pekín, de la que la Casa Blanca espera “sinceras y profundas conversaciones”.
Las relaciones entre ambas potencias, que el secretario de Estado John Kerry calificó como las “más relevantes” en el mundo hoy, han estado dañadas por tensiones en el Mar de China Meridional, el ciberespionaje y cuestiones de derechos humanos.
En Birmania, donde asistirá a la reunión de la Asean, se encontrará con el presidente del país, Thein Sein y con el ícono de la oposición, Aung San Suu Kyi.
Washington busca normalizar las relaciones con Birmania tras las reformas realizadas en el país y que llevaron a retirar las sanciones impuestas a la junta militar.
La Casa Blanca dijo estar comprometida con la reforma democrática en ese país.
“Vamos a subrayar el compromiso de Estados Unidos con la protección de los derechos humanos, la tolerancia y el pluralismo, así como el mantenimiento y la profundización de la transición democrática”, dijo Susan Rice.
Además, cuando el presidente vaya a Brisbane para una cumbre del G20, podría reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, para conversar sobre Ucrania.
Corea del Norte también podría estar entre los temas de la agenda de Obama, una vez que los últimos presos estadounidenses que quedaban en el país regresaron a casa el pasado sábado.
El viaje empieza tras una semana difícil para Obama, después de que los demócratas sufrieran un serio revés en las elecciones legislativas del pasado martes, en las que los republicanos tomaron el control del Senado.
Obama tendrá que convencer a sus socios internacionales de que puede mantenerse firme en casa, así como convencer a los países asiáticos de mantener las relaciones diplomáticas en la región con las crisis abiertas en Irak, Siria y Ucrania.
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