El presidente estadounidense Barack Obama ya no es popular y menos lo son los legisladores, de acuerdo a una nueva encuesta de The Associated Press-GfK.
El sondeo establece que el 58% de los estadounidenses desaprueban el desempeño del mandatario y solo el 42% lo ve favorablemente. En el otro extremo de la avenida Pennsylvania, al Congreso solo lo aprueban el 13% y la desaprobación llega al 86%.
Si bien Obama tiene la ventaja de que ya no necesita ni puede ser reelegido, y por lo tanto, es inmune a las encuestas, todas las 435 bancas de la Cámara de Representantes y un tercio de las del Senado estarán en disputa en las elecciones de 2014.
Los demócratas en la Cámara Baja necesitan adicionar 17 curules para recuperar la mayoría y los republicanos tendrían que ganar seis bancas más si quieren recuperar el control del Senado. Por cierto que debido al sistema de representatividad, la baja popularidad de los legisladores no significa que no vayan a ser reelectos.
La misma encuesta establece que la mayoría de los estadounidenses apoyan una reforma migratoria que legalice a millones de inmigrantes que viven en el país, un tema que ya ha aprobado el Senado pero que no ha sido tratado por la Cámara Baja.
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