Se trata de zonas en condiciones de pobreza extrema y vulnerabilidad del Norte que por primera vez reciben el servicio de agua.
El 11 de Agosto del 2015, el titular del Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (SENASA), Don Celso Ayala, anunció en la Radio Nacional el proyecto del actual Gobierno del Presidente Horacio Cartes, de proporcionar agua potable a zonas más vulnerables. De este modo, las personas que no tenían acceso hasta el momento van a poder contar con el servicio básico que necesitan para consolidar la sanidad de sus familias, en los Departamentos de San Pedro, Concepción y Canindeyú.
Ayala, resaltó el proyecto por la complejidad que significa aplicar el servicio en zonas rurales por las distancias que comprenden las comunidades entre sí, pero que encuentra argumento en cuanto a la inversión al cumplir con el derecho al acceso a agua potable que tienen los pobladores de esas localidades.
De esta manera, comunidades como Arroyito, Kurusú de Hierro, Maracaná, entre otras localidades podrán prevenir enfermedades como la diarrea, la parasitosis, entre otras afecciones que pueden ser controladas con el consumo del agua potable en las viviendas.
“El pensamiento del Presidente de la República es eso mismo, además de darle agua potable, ese confort de tener agua en la casa, en el hogar, también puede prever situaciones que puedan presentarse en la familia”, dijo Ayala.
Según registros del Senasa, la cobertura que tiene la institución es del 60 % en comunidades menores de 10.000 habitantes, eso se sumaría a las respuestas que se proyectan con la declaración de emergencia para los tres Departamentos, San Pedro, Concepción y Canindeyú.
“Son cerca de 44 distritos, se hizo un relevamiento de 1.500 localidades de los cuales como 300 no tiene sistema de distribución, otras 300 tienen pero funcionando a medias, no funcionado con el 100 % de la cobertura”, señaló el titular de Senasa.
Los cálculos oficiales dan cuenta que la aplicación de un sistema efectivo de distribución cuesta por localidad alrededor de 800 millones de guaraníes, y donde influiría en una posible fluctuación del costo factores como la cantidad de habitantes, las distancias entre los hogares, la topografía entre otros.
“Es un trabajo un poco meticuloso que hay que hacer en cuanto a determinar las necesidades de cada sistema de agua y ser racional en ese sentido pensando también que hay localidades que no tienen ningún sistema de agua, o sea que por un lado dejaríamos lo que ya tienen por más que no tengan una cobertura total o la calidad del agua que deberían tener pensando en localidades que hoy no tienen una gota de agua potable”, precisó Ayala.
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