Aunque suene a utópico es lo que, en teoría y legalmente está establecido en el ámbito del fútbol español. Y no parece que se esté respetando, si se observan las informaciones que publican los periódicos, y otros medios de comunicación. Por supuesto, el arreglo de partidos es algo que está prohibido, pero que sucede en el fútbol mundial.
Que el presidente de la Liga de Fútbol Profesional esté advirtiendo del peligro de que se puedan producirse intentos de amañar resultados de partidos o apuestas, tanto en las categorías inferiores como en las superiores, es digno de destacar, y da una idea de la situación actual.
Que algunos jugadores de Primera División, presuntamente, apuesten va contra las normas, ya que forman parte de la competición en la que juegan.
Y aunque se investigan varios posibles casos de amaños al año, por parte de la Liga, puede no ser suficiente.
Por tanto, es entendible que se esté tratando de lograr que se destine un 1% de porcentaje del dinero ingresado por las casas de apuesta, parar crear organismos de control para la evitación de amaños en los partidos. Que la UEFA o la FIFA estén reclamando atención y vigilancia respecto a esta cuestión del fraude y las trampas a través de maletines, etc., es la muestra evidente de que existen serios problemas.
Y parece ser que hasta la propia UDEF forma agentes contra el amaño de encuentros. Existe un reglamento de la Liga, y también una Ley del Juego que debe ser obedecida. El juego limpio y la integridad deportiva es lo que debe prevalecer siempre en cualquier competición deportiva, aunque sea profesional, y los intereses económicos deben estar subordinados a las leyes y a las normas y reglamentos.
La monitorización de las apuestas parece que sería un buen procedimiento para controlar de mejor manera el desarrollo de este tipo de juego, y evitar que se produzcan engaños y fraudes. La manipulación del juego, si se cree que está sucediendo, debe ser investigada, contando con la presunción de inocencia, y pensando también que, en la mayor parte de los partidos, todo transcurre por los correctos cauces de la libre competición deportiva.
La misma Liga está recibiendo información que son meros rumores, e investigando en esta parte final de la competición futbolística en Primera y Segunda División. Así, se esperar lograr que no se lleven a cabo prácticas prohibidas, como las ya citadas, especialmente, circulación de primas y maletines, y arreglo de partidos. Por supuesto, esta labor de vigilancia no va en contra de numerosos equipos de fútbol, la inmensa mayoría, que respetan los principios deportivos, y el ordenamiento legal vigente.
Si bien, la Policía nacional sabe que la entrada en el accionariado de varios clubes españoles de primer nivel, de potentes grupos extranjeros, algunos de ellos chinos, puede suponer un riesgo de actividades ilícitas unidas a las apuestas. Razón, más que suficiente, que explica el incremento de la formación que están recibiendo decenas de agentes de tres unidades de la policía judicial.
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