Ante todo y en primer lugar quiero dejar claro que soy totalmente apolítica y solo quiero que quien gobierne lo haga con honradez y dignidad.
Los años que lleva el Partido Popular en el gobierno se han caracterizado por la falta de una política de ingresos, destinados a sustentar el actual sistema de reparto de la Seguridad Social. En el año 2016, en plena crisis, presenta una recaudación menor al 2011, el desajuste en los ingresos es la principal causa de que el déficit previsto para la Seguridad Social se haya elevado.
El periodo de 2012 – 2016 ha estado marcado por un claro fracaso en la creación de empleo, la calidad del empleo creado y como consecuencia la disminución de la recaudación de la Seguridad Social, y para solventar todo este déficit se ha utilizado el Fondo de Reservas de las Pensiones, y se ha seguido con la misma medida hasta su extinción, intentando vendernos la moto de que tienen que echar mano de los presupuestos del estado.
En materia de gastos, la aplicación de un aumento mínimo del 0,25% que afecta a todas las pensiones, demuestra que el gobierno está dispuesto a generar una pérdida de poder adquisitivo a los pensionistas respecto a la inflación prevista, para continuar cumpliendo con las restricciones presupuestarias contrarias a los intereses sociales. De continuar con esta tendencia nos puede llevar a que el déficit de la Seguridad Social en este año supere la cifra prevista, para volver a situarse al igual que en el 2016.
En este año no se pueden proclamar tantos éxitos en materia de creación de empleo como nos quieren meter por los ojos continuamente, no es cierto, no se ha creado ni la cantidad, ni la calidad que tanto mencionan. El verdadero indicador demuestra un año más el fracaso de la política que se ha implementado a partir de la reforma laboral del año 2012. Es necesario promover un verdadero cambio sustancial de la estructura productiva, que permita crear empleo suficiente, estable y de calidad, que reduzca la desigualdad e incremente los ingresos de la Seguridad Social; además de derogar las dos últimas reformas laborales del PSOE en 2010 y PP en el 2012, que han contribuido a precarizar el empleo y con ello a descapitalizar la Seguridad Social.
Todo esto también nos lleva a un ajuste a la baja en las pensiones, que ya se ha cuantificado por parte del gobierno en los informes remitidos a la Unión Europea. Lo más procedente sería realizar transferencias desde los Presupuestos Generales del Estado en lugar de recurrir a la aplicación del factor de sostenibilidad. Tiene que ser imprescindible poder blindar el futuro de las pensiones, realizando todas las medidas necesarias en materia de ingresos viabilidad. Por consiguiente el sistema público de pensiones vigente en España avanza por una vía muerta con total fracaso, cuyos efectos se han acelerado con la crisis; y es que el perfil del nuevo mercado laboral y el hachazo a los salarios ha sido otro misil a la sostenibilidad de las jubilaciones.
Otro dato más a tener en cuenta es que se prevé que la esperanza de vida va a alcanzar los 87,7 en las mujeres y los 83,2 en los hombres en 2023, subiendo paulatinamente año tras año la edad de jubilación, para alcanzar el retiro a los 67 años a partir de 2027. España está en la cola de los países europeos en prolongar la edad de jubilación. También por cuestión del inicio de la vida laboral y la precariedad del empleo, los ciudadanos españoles tendrán serios problemas para alcanzar los periodos de cotización mínimos que se exigen para su jubilación. Esperando que también se puedan igualar los salarios entre hombres y mujeres de una vez por todas.
Con todo esto, tenemos que sumar la total precariedad que tenemos en el servicio de salud, donde además del copago te niegan algunas pruebas que son imprescindibles para un diagnostico real, y te tienen como una pelota de ping pon de un lado para otro, creo que para intentar aburrirte y que lo dejes por imposible o si tienes dinero pagártela tú mismo en una clínica particular, pero esta no es la solución para la mayoría de los trabajadores mileuristas. Y lo peor de todo es que los mismos médicos, al igual que otros profesionales, se tapan unos a otros y punto.
La salud de una persona es lo más importante, debemos de tomar conciencia de ello y en vez de restringir las pruebas médicas, que eliminen tanto gasto protocolario, coches de lujo y demás dietas abusivas que cobran los políticos de este país; tantos chupando del mismo sitio, se acaba la leche, pero se acaba para los de a pie. Ya está bien de tanto despilfarro y de tantas mentiras escondidas, y lo más triste es que había más libertad de expresión en los años 80 que en nuestros tiempos; a donde nos quieren llevar de nuevo? Honestidad, responsabilidad, dignidad, saber mandar y ser consecuentes con sus aciertos y errores.
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