El presidente francés, François Hollande fue recibido con bombos y platillos por el presidente americano Barack Obama y su esposa en la Casa Blanca el Martes 11 de febrero por la noche para asistir a una cena de Estado en el segundo día de una visita que vieron a los dos presidentes mostrar la alianza entre los dos países.
François Hollande llegó poco después las 7 de la noche y fue muy bien recibido por Barack y Michelle Obama. Después de una breve pausa en la parte norte de la Casa Blanca, los presidentes se dirigieron a los salones para la “cena de Estado” con unos 300 invitados en una gran carpa levantada en los jardines.
Durante los brindis, el presidente Obama compartió una cita de Alexis de Tocqueville (1805-1859) para bromear sobre “la multitud de cosas que los estadounidenses son capaces de “meter en el estómago”. “Hay cosas que no cambian,” bromeó el Presidente Obama, al recordar a su invitado su experiencia en la comida rápida americana durante sus estudios. A los americanos, les gustan todo de lo que es francés, “las películas, la comida, el vino… sobre todo el vino”, pero “sobre todo, amamos a nuestros amigos franceses, ya que han permanecido con nosotros por nuestra libertad por más de 200 años.”
En respuesta, François Hollande, dijo que Francia y los Estados Unidos “comparten valores universales, pero también grandes sentimientos uno por el otro.” La relación entre los dos países ha alcanzado “un grado excepcional de cercanía y confianza.” En su mesa se reunieron miembros de la sociedad civil estadounidense.
François Hollande sentó entre sus dos invitados durante la cena mientras Thelma Oro, director de un museo de arte contemporáneo en Harlem ocupaba el otro asiento junto a Barack Obama, a veces un lugar dedicado a la Primera Dama del país anfitrión. Entre los invitados había muchos políticos estadounidenses, como el secretario de Estado John Kerry o el vicepresidente Joe Biden; y como franceses, los ministros Fleur Pellerin, Arnaud Montebourg, Pierre Moscovici, Laurent Fabius y también otras personalidades. Guillaume Pepy, presidente de la SNCF, Anne Lauvergeon, el ex jefe de Areva, Jean-Yves Le Gall, Presidente del CNES, también formaron parte de la delegación francesa. El jefe del FMI, Christine Lagarde, también estuvo presente.
El actor americano Bradley Cooper y la cantante Mary J. Blige quien cantó al final de la comida, también fueron invitados. La cantante rindió homenaje a Francia cantando “Ne me quitte pas” (no me dejes), de Jacques Brel. El presidente Obama aseguró que París y Washington deben abordar “todos” los desafíos que enfrenta el mundo.
“Más naciones han de asumir la responsabilidad, el liderazgo, y esto es lo que los Estados Unidos y Francia esperan”, dijo Barack Obama. Hollande añadió en el discurso de Obama: “Nuestro objetivo es soñar un mundo mejor… una larga historia que nos une, no se puede romper. Cada uno de nuestros dos países sabe lo que debe al otro, es decir, la libertad.”
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