Las organizaciones médicas y los grupos de progenitores expresaron el lunes un fuerte apoyo a la línea dura, adoptada por el primer ministro australiano, Tony Abbott, contra los padres que eligen no vacunar a sus hijos.
Abbott anunció el domingo que los padres que eran objetores de conciencia a la vacunación de los niños, serían privados de beneficios impositivos y pagos de asistencia a la niñez por valor equivalente a 11.700 dólares estadounidenses por año.
Abbott dijo el domingo: “La elección hecha por las familias que no quieren inmunizar a sus niños no la apoya la política pública ni la investigación médica, ni tampoco tal acción debe ser apoyada por los contribuyentes, en la forma de pagos de asistencia a la niñez”.
Aunque la tasa de vacunación de Australia sigue siendo relativamente alta – alrededor del 97 por ciento – el número de niños menores de siete años de edad, registrados como objetores de conciencia, subió por decimoquinto año consecutivo, llegando al 1,77 por ciento.
El líder opositor Bill Shorten dijo que él apoyará la restricción a los pagos y que no acepta que la gente ponga a los niños en riesgo” aduciendo algún tipo de vaga e indefinida objeción de conciencia”. Tanto la Asociación Médica Australiana (AMA) como Primera Infancia Australia, apoyaron las leyes propuestas, pero exhortaron a que haya más educación pública para despejar los miedos anti-vacunatorios.
El presidente de AMA, profesor Brian Owler, dijo que el mensaje sobre los beneficios de la vacunación tiene que continuar año a año. Él dijo el miércoles, que muchos nuevos progenitores se han vuelto complacientes porque ellos no se han encontrado con estas enfermedades en toda su vida.
Los padres de Riley Hughes, de cuatro semanas de edad, que murió el mes pasado por tos convulsa, antes de que pudiera ser vacunado, dijeron que ellos aprueban la decisión y esperan que el dinero ahorrado pueda ser invertido en un registro de adultos inmunizados.
Catherine y Greg Hughes dijeron: “Nosotros preferiríamos hacer uso de una efectiva educación en materia de vacunación, para alentar a la gente a tomar la decisión correcta. Al mismo tiempo, reconocemos que esta política mejorará las tasas de vacunación infantil y salvará vidas”.
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