Mariano Rajoy ha manifestado, durante su comparecencia en La Moncloa con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que ni puede, ni quiere, ni pretende negociar sobre la soberanía del pueblo español.
En la rueda de prensa que ha ofrecido junto a Van Rompuy, el jefe del Ejecutivo ha realizado una declaración sobre el anuncio realizado por varios partidos catalanes de plantear una consulta de autodeterminación en Cataluña para el próximo año.
Mariano Rajoy ha asegurado que esa consulta “es inconstitucional y no se va a celebrar”, ya que es radicalmente contraria a la Constitución y a la ley.
El presidente ha afirmado que el Gobierno que preside “no puede ni autorizar ni negociar sobre algo que es propiedad de todos los españoles”. “Ningún Gobierno puede ceder lo que corresponde a los españoles. Ni yo ni ningún presidente del Gobierno puede permitir o consentir que se prive a los españoles de lo que la Constitución y las leyes les garantizan”, ha añadido.
Mariano Rajoy ha reiterado que como presidente garantiza que “la consulta no se celebrará, eso está fuera de toda discusión y de toda negociación”.
Asimismo ha recordado que desde el Gobierno se ha trabajado siempre por “el fortalecimiento de los lazos afectivos, políticos, económicos y sociales que nos unen a catalanes y al resto de los españoles”. Por ello, ha dicho que lamenta profundamente “iniciativas que fracturan a la sociedad, alientan la división y generan profundas incertidumbres a la ciudanía en un tiempo necesitado de certezas”.
“Voy a dedicar todo mi esfuerzo para que los catalanes, que siempre han sido una parte fundamental y querida de España, no se vean perjudicados por las consecuencias de esa iniciativa”, ha subrayado.
Mariano Rajoy ha finalizado su intervención apelando a la responsabilidad del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y al compromiso político por él asumido de no violentar las leyes.
Además, en respuesta a los periodistas, ha dicho que su coincidencia en este asunto con el jefe de la oposición es total.
Por su parte, ante la pregunta de si una Cataluña independiente quedaría fuera de la Unión Europea, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha respondido: “Los tratados se aplican a los estados miembros. Si una parte del territorio de un Estado miembro deja de ser parte de ese estado porque se convierte en un estado nuevo independiente, los tratados ya no se aplicarán a ese territorio. Un estado nuevo independiente, a causa de su independencia, sería un tercer país respecto de la UE y los tratados desde el mismo día de la independencia ya no se aplicarían en ese territorio”.
Van Rompuy ha especificado que, “según el artículo 49 del Tratado de la UE, cualquier estado europeo que respeta los principios establecidos en el artículo 2 del Tratado de la UE puede solicitar ser un estado miembro de la Unión según el proceso conocido de adhesión, pero, en cualquier caso, eso está condicionado a la ratificación de todos los miembros de la Unión”.
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