El estudio Evolución de la fecundidad en España 1970 -1994, presentado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), nuestro país ha pasado de ser el segundo estado con más hijos por mujer (2,9), a situarse en el último lugar, 24 años después, con una media escasa de 1,21 hijos en 1994. El problema tiene una fácil solución, es muy sencillo. En primer lugar se deben clausurar todos los centros abortistas, en todas las resgiones autonómicas de España. También poner los medios para evitar las uniones con personas del mismo sexo, que no pueden engendrar hijos y, por último, que el Gobierno incentive mucho mas la maternidad.
El doctor Jesús Poveda, presidente de la fundación Pro-Vida Madrid, ha sido detenido por la policía ante la sede de la Clínica Dator de Madrid.. Unas cincuenta personas han realizado una sentada ante las puertas de la Clínica abortista Dator para pedir la derogación de la Ley del Aborto “El niño por nacer es un ser humano a partir de la concepción, y su vida debe ser respetada. Esa vida fue redimida por Cristo, esa vida es un regalo de Dios”, afirma el teólogo suizo, Karl Barth. También Jaume Pujol asevera: “Hay que obedecer antes a Dios que a los hombres y eso es especialmente grave si estas leyes van en contra de la vida humana, desde la concepción hasta su fin natural”.
Por otra parte, se ha presentado una denuncia sobre numerosas irregularidades, fraudes de ley, estafa fiscal y prácticas ilegales en casos de aborto, que el fundador de la “Fundación La Vida Importa”, Juan Sánchez Galera, ha presentado ante la Guardia Civil de Tres Cantos y que aún no ha sido investigada por la Benemérita «porque el Ministerio del Interior había dicho a la Guardia Civil que nuestra denuncia fuese enviada a la Fiscalía antes de investigarla».
La citada denuncia en la que, con casi 20 páginas y apoyada con 28 fotografías y pruebas documentales, recopilaba numerosas sospechas de delito, de distinta consideración, de hasta siete centros abortistas de cuatro Provincias de España. «Lo que nosotros hemos denunciado y que ellos vieron que es algo tan flagrante y tan claro que no deja lugar a la duda. Todos los que luchamos en defensa de la vida sabíamos que estas cosas pasaban, pero no teníamos los datos y las pruebas suficientes para poder demostrarlo”, afirma Sánchez Galera.
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