La política migratoria del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador refleja muchas fisuras que a los ojos internacionales despiertan las interrogantes sobre las formas y estrategias con las que hoy se “controla” el flujo migratorio centroamericano en territorio nacional.

Mientras en suelo norteamericano, iniciaron las redadas contra inmigrantes, en México se levanta la voz para solicitar se respeten los derechos de los connacionales, cuando se están cometiendo las mismas arbitrariedades contra quienes entran por la frontera sur.

Las constantes violaciones a los derechos humanos, divide la opinión de los mexicanos pero no soslaya una cruda realidad de muertes, maltrato y violaciones a ciudadanos centroamericanos.

Las organizaciones no gubernamentales mexicanas destinadas a la protección de migrantes levantan las voces hacia los escenarios internacionales para cuestionar duramente el actuar de un gobierno mexicano que minimiza la violencia y maltrato que miles de centroamericanos enfrentan en su tránsito por tierras mexicanas.

Son cientos las historias que diariamente se escriben para evidenciar tristemente que el Gobierno de México actúa desde hace unas semanas, como la “border patrol” de la frontera sur, donde la contención de los migrantes incluye el uso de la violencia.

El fenómeno de la migración tiene aristas que no se pueden ignorar, sobre todo por las condiciones no sólo de pobreza, sino de violencia política e inseguridad que se enfrentan en varios de los países centroamericanos.

Han sido décadas, de tener en México una frontera sur vulnerada no sólo por el paso de personas, sino por todo tipo de contrabando que ingresa o sale de México.

El problema es difícil de resolver y contener en unos meses, esto es cierto. Sin embargo, no exime al gobierno de Andrés Manuel López Obrador de reflejar su debilidad ante el “acoso psicológico” que semana a semana el Presidente Trump lanza a través de los medios de comunicación, desde donde anuncia redadas y deportaciones masivas, que ya iniciaron y que seguramente alcanzarán a muchos connacionales.

Hoy en día México refleja una de las principales crisis migratorias por la falta de medidas que puedan poner orden y contener el ingreso de personas provenientes de Centroamérica.

Las recientes muertes de migrantes en su intento por cruzar a Estados Unidos devuelve el reflector internacional para exhibir la incapacidad del Gobierno México de fortalecer su autonomía y evitar doblegarse ante los manotazos de Trump.

Son muchas las organizaciones no gubernamentales que desde México hacen llamados internacionales para frenar la violencia que hoy enfrentan los migrantes en su recorrido por territorio nacional.

Como un cuello de botella, los centroamericanos y mexicanos se la juegan doble para alcanzar el llamado “Sueño Americano” que hoy se ha convertido en una verdadera pesadilla: En México lidiar con la llamada Guardia Nacional del Presidente López Obrador y en Estados Unidos escapar de las redadas del Presidente Trump.