El Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL o ISIS por sus siglas en inglés) o simplemente Estado Islámico (EI), es un grupo extremista del Islam. Considerado de forma unánime por occidente como un grupo terrorista, es uno de los resultados de la atomización de Al-Qaeda en Iraq y la región. Su fortaleza actual deriva de su protagonismo dentro de la coalición de milicias de la resistencia siria en la Guerra Civil de devastó a ese país. Ahora han extendido su presencia en Iraq y buscan crear un nuevo califato en el mundo árabe.
En la última semana de junio de este año, ISIS hizo su gran aparición ante las cámaras y la opinión pública mundial a través de su líder Abu Bakr Al-Baghdadi y un llamativo despliegue tanto mediático como estético. Al-Baghdadi declaró al movimiento que lidera como un Estado soberano.
La filosofía, metas y objetivos que constituyen al ahora llamado Estado Islámico no representan solo lograr el control de Iraq y Siria, más bien buscan, en un mediano o largo plazo (lo que marquen las condiciones que se les presenten) reinstaurar un gran califato sobre el mundo árabe y los territorios que han sido, en algún momento de la historia, dominados por la cultura musulmana.
Con muchas diferencias respecto al modelo de califato de la edad media, basado en el desarrollo del arte y la ciencia, este que impuso el Estado Islámico en las dispersas regiones donde domina se caracteriza por una fuerte postura fundamentalista y anti-moderna. Aislando y reduciendo a los pobladores que no respetan la estricta interpretación de las normas de la sharia (1) que han impuesto. Cristianos, musulmanes chiitas y cualquier tipo de individuo que represente una conducta de disenso es pasado por torturas o “por la espada”.
Este grupo armado forma parte, al igual que otros como Boko Haram, Naqshbandi y otros, de la nueva generación del yihadismo islámico. La cual se caracteriza por un nivel de radicalidad, complejidad ambición y fundamentalismo aún mayor que el de Al-Qaeda. Los bandos que se enfrentan a estos grupos, que van desde Estados hasta otros grupos extremistas, es una señal elocuente al respecto. No obstante, allende las condiciones hostiles que se presenten ante el desarrollo de sus planes, parecen estar dispuestos a ir por todo.
La diferencia de este movimiento frente a las otras organizaciones terroristas es que, luego de los fracasos en los que han incursionado en Iraq y Siria, han optado por hacer uso de nuevas estrategias y técnicas. En primer lugar sus líderes optaron por hacer del movimiento un Estado. Esto es, comportarse como un Estado. Ramificando sus actividades, no limitándose solo a sembrar terror y caos, sino también ejerciendo labores orientadas al abastecimiento y la autosuficiencia económica tomando pozos petroleros y bancos realizando tareas de reconstrucción de infraestructura así como también desarrollando labores de asistencia social. (2)
El surgimiento del Estado Islámico y otros grupos recientes, tiene un origen multicausal: empeoramiento de las condiciones de vida en medio oriente, financiamiento tercerizado de potencias aliadas a EEUU en enfrentamientos con enemigos y alianzas con grupos de poder desplazados de la cúspide en varios países del mundo musulmán (ex militantes y militares del Partido Baath que lideraba Saddam Hussein en Iraq)
Orígenes y evolución
El surgimiento de este movimiento islámico de carácter visceralmente ultraconservador es similar al de otras organizaciones de la misma índole. Las condiciones de vida caracterizadas por la suma precariedad, el fracaso de los proyectos de gobierno basados en el nacionalismo islámico secular y la constante injerencia de poderes extranjeros como Estados Unidos y sus aliados han servido de caldo de cultivo para el fortalecimiento de una visión del Islam anti-moderna y fundamentalista.
Concretamente, la intervención de EEUU en Iraq ha sido determinante. La situación socioeconómica de ese país no ha mejorado, sino que se ha sumido aún más en la pobreza y la miseria generalizada. A doce años de la invasión encabezada por el ex presidente George W. Bush, Iraq es un país cuyo Estado frágil no puede controlar ni cohesionar. El vacío de poder, y la consecuente lucha por el mismo entre facciones chiitas, sunnitas y kurdas es funcional a la consolidación que está experimentando la organización del Estado Islámico en vastas regiones de esa nación.
El Estado Islámico ha pasado por numerosas transformaciones desde el año 2004, en el que nació, en medio de un contexto de guerra contra la intervención de Estados Unidos en Iraq luego de la rápida debacle del régimen de Saddam Hussein en 2003. Comenzó llamándose “Organización del Monoteísmo y la Yihad”. En ese mismo año, el movimiento, liderado por Abu Musab Al Zarkhawi pasó a alinearse abiertamente con Al Qaeda.
Hacia 2006, el movimiento liderado por Al Zarkhawi pasó a formar parte de una coalición que agrupaba a todos los bloques de insurgencia en el territorio iraquí: El Consejo Shura Mujahedeen. En ese mismo año, Al-Zarkhawi es eliminado. Ese suceso da lugar a la conformación del llamado “Estado Islámico de Iraq”. Que al principio contó con dos líderes; Abdullah Al Rashid Al Baghdadi y Abu Ayyub Al Masri. Los cuales fueron eliminados por una operación desarrollada entre Iraq y las FFAA de Estados Unidos en 2010.
Luego del descabezamiento de los mencionados líderes, la organización entró en un momento de reflujo y reconfiguración hasta tomar la actual estructura base bajo el liderazgo de Abu Bakr Al-Baghdadi.
Han intervenido diferentes factores que han contribuido al crecimiento y expansión de este movimiento extremista. Por un lado, el haber formado parte de la resistencia siria al gobierno de Asad los ha beneficiado en el sentido de haber recibido apoyo armamentístico y financiero tanto de occidente como de las monarquías salafistas árabes de Arabia Saudita y Qatar. Por el otro, han ganado un apoyo activo por parte de ex integrantes del partido de Estado Baath, columna vertebral del régimen de Saddam Hussein que cayó en 2003 luego de la invasión estadounidense a Iraq.
El apoyo que está sumando ISIS en ese país es clave, púes la población sunni, que se siente desprotegida y excluida por el gobierno de Al Maliki, un chiita que enarbolaba hasta hace unos días políticas orientadas al sectarismo y el predominio social de su casta, se está volcando parcialmente hacia el lado de dicho grupo. No obstante, en esta semana se han registrado cambios en el gobierno de ese país. Al Maliki aceptó renunciar como Jefe de Gobierno en favor de la formación de un nuevo cuerpo de ministros autorizado por el parlamento bajo la conducción de Haidar Al Abadi, quien presenta una posición más orientada a incluir a la población sunnita en el accionar de gobierno. Este evento puede significar la aparición de una voluntad política más consolidada y direccionada a retomar el control de la totalidad del territorio de esa nación. Marcando un límite al avance de ISIS.
Raíces de su visión de mundo
Los fundamentos del Estado Islámico de Iraq y Siria corresponden a una visión del mundo totalmente opuesta a los avances de la modernidad promovidos tanto en occidente o, en forma limitada e incompleta, en muchos países árabes que han sido o son encabezados por gobiernos islámicos más ligados al secularismo. Siguiendo la línea instaurada en el Egipto de la década de 1920 por los Hermanos Musulmanes, comparten muchas ideas con Al-Qaeda y otros grupos extremistas cuyo modus operandi se basa en la Sharia, pero incluso van más allá que estos. Pues buscan, de manera casi unilateral, o más bien con los pocos aliados que tienen, impulsar la constitución de un nuevo califato que una a todo el mundo musulmán. La radicalidad de ISIS es tal que Al-Qaeda y un gran número de organizaciones extremistas han preferido alejarse de ellos.
Sin embargo, existe una diferencia cabal en materia filosófica y de accionar entre el califato que ambiciosamente buscan extender nuevamente sobre la islamosfera y el gran califato que se extendió en medio oriente y España durante la Edad Media. En ese entonces, mientras occidente se encontraba en una fase de profundo estancamiento cultural, social y científico, el epicentro de los avances científicos, artísticos y tecnológicos se encontraba en el mundo árabe. ISIS sigue una interpretación anti-occidental y salafista del Islamismo y la promueve a través de la violencia religiosa. Eliminando cualquier tipo de disidencia dentro (“apostatas” o reformistas) o fuera (cristianos, etc.) del Islam. (3)
El EIIL, a diferencia del relativo progresismo que caracterizaba al modelo de califato en el medioevo, buscar instaurar esa misma forma de poder, pero en reacción a la modernidad occidental. Como una respuesta a lo que ellos consideran como una derrota cultural del mundo árabe. A la constante injerencia de EEUU y otras potencias en la región. La única coincidencia con el califato del pasado es el objetivo de unir a toda la sociedad musulmana en un solo Estado.
Financiamiento opaco o Blowback
¿Cómo es que una organización como EI, que reniega de la modernidad y sus avances de todo tipo, puede llegar a tener los alcances presentes? En este punto se abre una tangente que suele ser ocultada por gran parte de los medios de información masivos. El Estado Islámico de Iraq y Siria no se trata de un grupo que tomó por sorpresa a EEUU y sus aliados en la región. Se trata de una realidad mucho más compleja que esa visión naive.
El ascenso relámpago del EI, en gran parte, es la consecuencia de una estrategia con largo historial sostenida por Estados Unidos y sus aliados en la región (las monarquías salafistas árabes) que consiste en financiar secretamente grupos de este tipo para desestabilizar gobiernos que no están alineados con las pretensiones del establishment económico y militar estadounidense ni de sus socios sobre recursos naturales tan preciados y rentables como el petróleo o el gas.
Esta política de “dividir para reinar” ha proliferado en la región del medio oriente y el Magreb durante el desarrollo de la llamada “primavera árabe”, EEUU, a través de la OTAN, así como las monarquías de Arabia Saudita y Qatar y el Estado turco se han servido de la región como un tablero de ajedrez, provocando injerencias continuas en los sucesivos estallidos sociales que han tenido lugar en Egipto, Libia, Siria. Iraq, por supuesto, no ha sido ninguna excepción. La intervención ha sido indirecta por medio financiamiento a grupos de fundamentalistas yihadistas a través de petrodólares. Entre esos grupos se encuentra el EI. (4)
Las monarquías como Arabia Saudita y Qatar son fundamentales en este esquema. Llevando a cabo un juego de doble rasero que los beneficia. Exportan fanáticos a otros países para que no causen problemas en casa. Estos difunden su visión yihadista, compatible con el salafismo institucionalizado de esas naciones absolutistas, en países de la región donde no predomina esa postura. Así como también los financia a través de dinero, recursos y armas. (5)
Lo que sucede con esta dinámica es que, durante la última década ha escapado del control estadounidense. Estos grupos utilizan el financiamiento mencionado para sus propios planes de reducir la influencia estadunidense y occidental en la región, aunque sin tocar a sus mentores monárquicos. Ya sucedió con Al-Qaeda, ahora sucede con EI. Que rompió las alianzas mantenidas con gran parte del arco de grupos fundamentalistas a causa de divisiones que responden a las ambivalentes relaciones entre Arabia Saudita y Qatar. Quienes siguen sus propios juegos de poder en la región. La actual postura en contra de los saudíes hacia el Estado Islámico es una señal elocuente de que este grupo es financiado en forma opaca por la monarquía qatarí.
El Gobierno de EEUU, luego de mantener una postura pasiva de apoyo indirecto a los grupos fundamentalistas que tomaron el poder en Libia y la resistencia en Siria, ha enviado fuerzas militares nuevamente a Iraq ante la avanzada del Estado Islámico de Iraq y Siria sobre recursos estratégicos que amenazan intereses estadounidenses en ese país.
Apropiación de una lógica posmoderna de estética y difusión por parte de un movimiento anti-moderno
Gran parte del éxito que está experimentando la ofensiva del Estado Islámico en el territorio iraquí es producto de una fina estrategia en el rubro mediático y estético. La táctica de difusión ha sido no-convencional y de carácter posmoderna, convirtiéndose en un desafío para las autoridades iraquíes.
El EI hace uso tanto de medios como técnicas sofisticadas para hacerse ver y atraer gente a sus filas. Mucho de ese fenómeno puede explicarse porque muchos de sus militantes provienen de comunidades árabes en occidente, principalmente de países de la Unión Europea. Las técnicas, procedimientos y estética que utilizan siguen patrones posmodernos, de gran impacto y calidad visual. También es notable el uso que hacen de las redes sociales, colando sus mensajes en medio de asuntos globales de importancia como la última Copa del Mundo celebrada en Brasil. Ese uso de la creatividad y de medios modernos logra captar a una gran cantidad de jóvenes bajo su bandera yihadista. (6)
Se trata de un cambio de paradigma más de los tantos que implementa esta organización tanto en lo social como en lo económico para alcanzar su auto dependencia fuera de cualquier tipo de condicionamiento por parte de poderes mayores como el que representan las monarquías árabes salafistas. Mientras que se apoderan de recursos estratégicos (pozos petroleros, bancos, etc.) y extienden una red de asistencia y reconstrucción socioeconómica allí donde los Estados sirios e iraquí no están presentes, despliegan en paralelo una serie de recursos mediáticos y propagandísticos innovadores en forma aunque el contenido en el fondo, es el mismo mensaje de atraso y fundamentalismo.
Los argumentos teológicos y morales ya no bastan para reclutar simpatizantes. La imagen del mártir que se sacrifica por su movimiento y se refugia en el monte alimentándose a base de hierbas secas no atrae a una nueva generación de jóvenes que, después de todo, algún tipo de conexión, por más pequeña que sea, tiene con el resto del mundo. Por eso, entonces, el fondo del mensaje lo disfrazan con capas de posmodernismo presentando la vida del nuevo fundamentalista islámico como llena de adrenalina, dinero y gloria. Se acabó la impronta de austeridad, está bien, además de matar, saquear propiedades y usurparlas, tomar autos de lujo y consumir alimentos de elite. (7)
La prensa gráfica no es desdeñada, pues ISIS también tiene su propia publicación, Dabiq. Cuya calidad estética no tiene nada que envidiar a las revistas occidentales de primer nivel. (8)
Más allá de lo anormal que pueda parecer su actividad en la red, EI publica un informe anual en el que, en vez de hablar de las ventas o del beneficio del ejercicio, hablan de los resultados de su actividad terrorista. Así, en el informe de 2013, ISIS enumera el número y el tipo de atentados cometidos: 537 coches bomba, 160 atentados suicidas, 4465 bombas en la carretera, 336 ataques armados, 1083 asesinatos con armas con silenciador o armas blancas, 607 ataques con morteros, 1015 casas y templos quemados o volados por los aires, 1047 muertos por un francotirador, 8 ciudades ocupadas y libradas de infieles, más de 100 chiíes expulsados, más de 100 prisioneros liberados. La intolerancia y la locura religiosa en clave management. (9)
El trasfondo de los recursos como causa de su avance territorial
Es claro que la tensión, la cual sigue en constante aumento al paso que EI sigue tomando territorios, pueblos, pozos petroleros así como bancos y reservas de agua, está llegando a un clímax provisorio luego de la entrada activa de las fuerzas armadas de EEUU a la pugna que existe sobre el territorio de Iraq.
ISIS sigue siendo financiado, como se mencionó, por Qatar, no obstante, está en la continua búsqueda y consecución de recursos valiosos. De esta forma, está logrando su objetivo principal que es autoabastecerse. Con el saqueo del banco de Mosul, en medio de la toma de esa ciudad al norte de Iraq, lo que ha causado el éxodo masivo de la población kurda residente allí, ISIS se ha tornado una de las entidades terroristas más ricas del mundo.
Lo peor que puede pasar para las autoridades iraquíes y de países cuyos Estados están enfrentados a esta organización, es que la misma siga consolidando su estructura paraestatal, cumplimentando con necesidades sociales y económicas de los pueblos que son absorbidos bajo su órbita.
Más allá de las tareas de asistencia social y económica en los lugares que son apropiados por ISIS, la posibilidad de extender la crisis humanitaria en la región por ellos también es inminente, pues todos aquellos que no muestren un alineamiento automático y total a la Sharia que predican, son reducidos y tratados como seres inferiores a través de la tortura y el aislamiento. En el peor de los casos son eliminados
Conclusiones
El surgimiento y la avanzada del Estado Islámico de Iraq y Siria o simplemente Estado Islámico representan un parteaguas en el largo derrotero de movimientos y organizaciones de carácter fundamentalista dentro del mundo musulmán.
Por un lado, es el signo inequívoco de un cambio generacional dentro de la constelación de estructuras de ese tipo. Caracterizada por una mayor complejidad en sus actividades. Pues no solo se dedican a implementar técnicas tendientes a provocar terror o caos sino que también le ponen especial énfasis a la atribución de facultades que solo puede tener un Estado; construcción de redes de tareas sociales y de reconstrucción de estructuras, búsqueda de auto sustentabilidad económica, implementación de sofisticadas técnicas propagandísticas y creación de medios de información propios. El cambio también se ve en la forma de comunicar, haciendo uso de formas posmodernas de ejercer ese acto mediante un profundo conocimiento de los nuevos medios surgidos en este siglo.
Por otro lado, la preponderancia que está tomando esta organización obedece al empeoramiento significativo de las condiciones de vida en medio oriente, especialmente en Iraq. Un país cuyo Estado frágil no puede llegar a toda la extensión de su territorio luego de la devastadora intervención estadounidense a lo largo de una década que dejó un saldo desastroso marcado por la proliferación de grupos con tendencias similares a ISIS, grupos de poder que rivalizan entre si y no pueden llegar a un consenso para darle una forma definitiva a la estructura estatal de una nación desfigurada.
La situación de Iraq, a merced del Estado Islámico, no obstante, es similar a la de países como Siria, Libia y Egipto, que aún se encuentran en estado de plena combustión. Los regímenes derrocados por revueltas populares debido al fracaso de los proyectos que estos encabezaban han dejado un escenario favorable a la proliferación y consolidación del poder por parte grupos con características similares a ISIS. Apoyados por los países ricos de Medio Oriente en su búsqueda por eliminar los vestigios de secularismo nacionalista árabe en esos países en favor de la expansión de la visión salafista ultraconservadora que patrocinan de forma indirecta.
Puntualmente, el avance del Estado Islámico solo puede ser detenido si las fuerzas políticas que conforman el Estado político de Iraq constituyen un Gobierno de Unidad Nacional que incluya a todos los sectores de su sociedad: tanto chiitas como sunníes, kurdos y cristianos. Es un objetivo difícil de lograr debido a que esta dinámica no estaría exenta de la intervención de poderes externos como EEUU, Irán, Arabia Saudita, Qatar y otros países de la región que buscan desarrollar su juego de poder en ese país. Es una salida pragmática que empoderaría nuevamente a una casta unida y corrupta, pero que da, en base a un mayor secularismo y de forma relativa, más garantías de derechos y libertades que una organización extremista. Mientras tanto, ISIS sigue tomando territorios y recursos, poniendo en alerta tanto a la región como al mundo con su filosofía y visión que tienen sobre cómo debe ser el mismo.
Fuentes consultadas y aclaraciones
(1) Sharia es el cuerpo de Derecho islámico. Constituye un código detallado de conducta, en el que se incluyen también las normas relativas a los modos del culto, los criterios de la moral y de la vida, las cosas permitidas o prohibidas, las reglas separadoras entre el bien y el mal. En los medios occidentales se la identifica como ley musulmana o ley islámica. Sin embargo, su identificación con la religión es matizable: aunque está en el Islam, no es un dogma ni algo indiscutible (como pudiera serlo el texto del Corán), sino objeto de interpretación.
(2), (7), (8) y (9)LARRAYOZ David Barranco; LOS COMMUNITY MANAGERS DEL TERROR: LA PROPAGANDA ONLINE DE ISIS Y SU OFENSIVA SOBRE IRAK; Instituto Español de Estudios Estratégicos; http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2014/DIEEEO82bis-2014_ISS_DavidBarrancos.pdf
(3) FISCHER Max; “9 questions about the ISIS Caliphate you were too embarrassed to ask”, http://www.vox.com/2014/7/10/5884593/9-questions-about-the-caliphate-you-were-too-embarrassed-to-ask
(4) BRECHER Gary; The War Nerd: Saudis, Syria, and “Blowback”, http://pando.com/2013/12/19/the-war-nerd-saudis-syria-and-blowback/
(5) Ibidem
(6) Postureo en el Califato: El Estado Islámico y su propaganda online http://www.passim.eu/postureo-en-el-califato-el-estado-islamico-y-su-propaganda-online/
3 Responses to "Estado Islámico: La nueva generación del yihadismo"
Los comentarios están cerrados.