Por Dr. Sabahudin Hadzialic
En medio de su primera visita oficial en Republica de China (Taiwán), fortaleciendo los lazos bilaterales, el Presidente Paraguayo Mario Abdo Benítez en varias ocasiones ha demostrado definitiva inclinación en fomentar nepotismo dentro de su Gobierno con el nombramiento de: su hermano Benigno López en el cargo de ministro de hacienda, y otros cuestionados nombramientos dentro del Ministerio Publico que han salido a luz por el Senador Sergio Godoy y otros legisladores. Asimismo el nombramiento de Antonio Ibáñez como asesor de ITAIPU Binacional es otro caso emblemático que llamativamente viola la ética en función pública, perjudica la transparencia, teniendo en cuenta que el Sr. Ibáñez cuando fue ministro de Agricultura y Ganadería se vio forzado a renunciar luego de una investigacion que desnudo un caso de corrupción en la venta de carne vacuna a la Policía Nacional. Ademas Antonio Ibáñez es el padre del Ex – Diputado Nacional José María Ibáñez, actualmente imputado por graves hechos de corrupción y supuesto enriquecimiento ilícito. El nombramiento de Fabiola Soto Pavón, sobrina del actual Ministro de Defensa Nacional, como jefa del Departamento de Protección Ambiental en la ITAIPU Binacional es otro caso flagrante de nepotismo y tráfico de influencias.
Mientras tanto en el Ministerio Público la Fiscala General del Estado Sandra Quiñonez, demuestra una inusual apatía al respecto de la pendiente investigacion del caso del narco traficante Javier CuchoCabaña y su vinculación con el Ex Diputado Nacional Ulises Quintana y otros políticos cercanos del Presidente Benítez. La Fiscala General Quiñonez, como titular del Ministerio Publico, en vez de encabezar una dinámica investigacion al caso de Cuchoy su vinculación internacional con operaciones de lavado de dinero y tráfico de narcóticos en varios países, prefiere mantener distancia, hacer la vista gorda y dejar por detrás el profundo desarrollo de dicha tarea. Además la imputación del Fiscal Gustavo Yegros imputado por los delitos de cohecho pasivo, asociación criminal y frustración a la persecución penal, se encuentra actualmente sin ningún avance y mucho menos resultados tan esperados. En varios casos pendientes, de trascendencia internacional y enorme consecuencia económica a nivel nacional, la Sra. Quiñonez, demuestra incoherencia, falta de liderazgo, ausencia de idoneidad, y falta de voluntad de combatir todos los hechos punibles aplicando la plena fuerza que brinda la ley. La falta de una Estrategia de Estado hacia el fortalecimiento del poder judicial y estructuras de investigación integrada en el Paraguay, ha debilitado el trabajo de los Fiscales del Estado Paraguayo y la total dependencia de la actual Fiscala General del Estado ante los políticos del turno, dificulta la defensa de los intereses públicos y genera una escasez de resultados tangibles.
Otro caso pendiente que pide la urgente intervención de la Fiscala General Quiñonez es la extradición al país vecino, del narco traficante Néstor Báez Alvarenga que tiene dos mandamientos de prisión en Brasil. Resolver el caso del Fiscal Justiniano Cardozo antes el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados por haber obstruido la extradición de Báez Alvarenga (cuando era fiscal en Amambay), es otro caso que merece adecuada atención por el equipo de Quiñonez. Mario Abdo Benítez tiene la obligación constitucional de brindar todo el apoyo económico, político y constantemente pedir rendición de cuentas a la Fiscala General del Estado a modo de que la gestión letárgica y morosidad dentro del ministerio publico termine bajo su mandato presidencial y de que la esclavitud moderna deje de tener raíces en el Corazón de América del Sur, a pesar de que el Jefe de Estado Paraguayo carece de resultados contundentes en sus primeros cincuenta días de gobierno.
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