Que en el PP se hable de la posibilidad de un gobierno encabezado por Rajoy, con la vicepresidencia de Sánchez o Rivera, muestra como se pueden flexibilizar las posiciones políticas. Aunque no parece que tenga visos de éxito, si se tiene en cuenta lo que ha manifestado, reiteradamente, el candidato socialista a la presidencia del Gobierno.
Ahora, ha saltado a los medios la información relativa a la iniciativa negociadora encabezada por Alberto Garzón, para comenzar a construir un pacto de izquierdas, que sea una alternativa real, frente al acuerdo por el centro derecha representado, aparentemente, por Ciudadanos. Garzón dialogara y actuará como mediador con Compromís, Podemos y PSOE.
De este modo, Izquierda Unida también saldrá fortalecida de este intento de lograr un gobierno progresista que defienda, realmente, los derechos sociales de los ciudadanos, y mejore la situación económica del país. La exploración de la posibilidad de este acuerdo me parece algo razonable.
Si bien el factor decisivo es que el PSOE elija optar por esta vía. De momento, Iglesias ha rebajado algo sus exigencias, y esto es algo positivo. El problema es que, si la negociación del PSOE con Rivera se cierra con un acuerdo para la investidura, de no lograrse los apoyos suficientes en la segunda votación, Sánchez puede perder una oportunidad única para ser presidente del país. En cambio, parece que con el pacto de la izquierda, tendría mayores posibilidades reales de llegar a la presidencia de la nación.
Sánchez está hablando de un gobierno de interés general que apueste por el bien común y que está fundamentado, de alguna manera, en el sentido común. Pero esto son declaraciones generales que pueden asumir, como algo propio, todos los partidos políticos.
Al final, en una votación de investidura lo esencial es el número de votos conseguidos para lograr la mayoría simple. Y que Pedro Sánchez afirme que busca el acuerdo con el mayor número de fuerzas políticas, deja abierto el escenario de la negociación, pero no aclara mucho la situación actual. Considero que Sánchez va a tener que elegir u optar por Ciudadanos, o por el pacto de izquierdas.
Una mezcla o combinación de estas dos opciones de acuerdo, no me parece factible, tal como están las cosas y los procesos negociadores. Se abre, por tanto, un periodo de dos semanas apasionante, ya que el tiempo se acorta, y deben ser tomadas decisiones, para formar gobierno. Y, según dicen muchos expertos en estas cuestiones, si hubiera nuevas elecciones, la situación política no se desbloquearía, ya que los resultados electorales serían, probablemente similares.
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