Hasta hace algún tiempo el calentamiento global era una amenaza, pero en este momento, es una prioridad, puesto que ya estamos presenciando los cambios constantes que sufre nuestro planeta.
El cambio climático, consecuencia de los gases efecto invernadero, provocan las elevadas temperaturas que van en aumento; todo esto se ha convertido en uno de los problemas principales del siglo XXI.
Las consecuencias serán desastrosas si los gobiernos no toman conciencia seriamente de lo que se nos avecina, aunque quedan algunos retrógrados, por llamarlos de alguna manera, que solo piensan en el enriquecimiento de su país sin mirar más allá, no deberían de estar al mando de una nación.
Según los especialistas en estos temas, consideran que a nuestro mundo le quedan aproximadamente unos tres años antes de que se produzcan los peores efectos del cambio climático, comenzando por una profunda deforestación, las inundaciones causadas por el aumento del nivel del mar, por lo cual muchas de las zonas costeras quedaran anegadas totalmente.
Necesitamos cambios urgentes; como aumentar las energías renovables hasta un 40% del uso de la electricidad, que las centrales eléctricas de carbón se acaben retirando todas, que los propios gobiernos potencien ayudas para que todos los coches nuevos sean eléctricos, concienciarnos de utilizar el transporte público en las ciudades, fomentar la forestación, que las industrias se comprometan a reducir las emisiones de dióxido de carbono, etc.
El aumento del nivel del mar en las últimas décadas creció cerca de un 50% a nivel mundial y en estos años se detectaron las temperaturas más altas registradas en todo el planeta.
La subida del nivel del mar ocasionada por el calentamiento global, obligará a un gran número de personas en todo el mundo a abandonar sus casas, emigrar a lugares más seguros e incluso se dará el caso de ciudades enteras y sus costas que desaparecerán por completo.
Si no se aplican medidas urgentes y todos tomamos conciencia de esta situación, no tardaremos mucho en contemplar las primeras catástrofes. Según los cálculos el número de inundaciones se duplicara en los próximos 20 a 30 años y el nivel del mar seguirá subiendo considerablemente; de la misma forma que podrían desaparecer los glaciares, provocando la extinción de ecosistemas en el planeta, hacia el año 2100.
De aquí la urgencia de tomar medidas inmediatas, ya que con esta sucesión de acontecimientos, muchas de las ciudades que hoy conocemos en todo el mundo, podrían desaparecer, además de algunos países de la costa atlántica europea, entre los que existe la posibilidad de estar España.
En mi humilde opinión, los ahora gobernantes de todas las naciones de nuestro planeta, deberían de dar prioridad a estos temas y algunos otros que ahora no menciono, ya que será el futuro de nuestros descendientes y como siempre debemos de pensar en los demás.
Dejemos a un lado las ansias de poder, el egoísmo y la vanidad que para nacer y morir no traemos ni llevamos nada.
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