Entre muchos otros estudios y análisis, los analistas de Gartner emiten periódicamente el llamado “hype cycle”; en castellano, el ciclo de la exageración o, usando términos un poco más divertidos, el ciclo del bombo y platillo. Vaya por delante que es una herramienta controvertida con tantas personas a favor como detractores.

La teoría que hay detrás de este modelo es que la adopción de una nueva tecnología pasa por una serie de fases:

• En primer lugar, hay un evento o innovación que crea la posibilidad de un cambio disruptivo, habitualmente al principio es tan sólo una investigación teórica.
• A partir de ahí comienza a crecer el interés, avanzando hacia lo que se llama el “pico de expectativas”. Caracterizado por la presencia en medios de comunicación y los usos habitualmente muy exagerados, y coincidiendo con una fase con multitud de empresas proveedoras pero muy poca implantación real (en torno al 10% de los usuarios potenciales). Todo el mundo quiere subirse al carro de la nueva moda pero no sabe muy bien para qué.
• A continuación se llega al “abismo de la desilusión”. Las expectativas se desvanecen y lo que hace días iba a cambiar el mundo pasa a ser la última moda que ya pasó. Coincide con la consolidación de las empresas proveedoras que habían surgido en la fase anterior.
• Poco a poco se llega a una “meseta de productividad”, en la que la tecnología tiene una implantación general. Su producción y distribución será más o menos rentable en función de la estructura de la industria que se haya establecido. Algunas novedades desaparecen antes de llegar a esta fase y otras la alcanzan de forma estable y rentable.

El modelo tiene muchas limitaciones (por ejemplo, no hay ningún indicador de si una tecnología triunfará o en qué momento y por qué motivos pasa de una fase a otra). Aún así, y aceptándolas, es interesante recorrer el gráfico para comprender qué se está viviendo en este momento en un sector determinado.

A continuación, un recorrido rápido desde lo más evolucionado a lo más incipiente en el mundo de las tecnologías de la información:

• Tecnologías en fase de productividad o muy cercanas a ella (próximos 2 a 5 años): el reconocimiento de voz, la autenticación por patrones biométricos (huella dactilar o iris del ojo por ejemplo), el control de dispositivos mediante gestos o la impresión 3D para uso industrial.
• Tecnologías alrededor del abismo de la desilusión: los servicios de realizada aumentada, mundos virtuales o el cloud computing.
• Tecnologías en fase de exageración. Bigdata, gamificación, comprensión e interacción de máquinas en lenguaje natural, impresión 3D para particulares, la internet de las cosas, los vehículos autónomos, los dispositivos “vestibles”
• Tecnologías en fase de inicio de innovación: Computación cuántica, impresión de tejidos humanos, pantallas volumétricas y holográficas, incremento de las capacidades humanas, interfaces de conexión cerebro-ordenador.