El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el lunes que Israel continuará construyendo casas a lo largo de Jerusalén, incluyendo Jerusalén oriental, donde los palestinos aspiran a construir la capital de su futuro estado.
Netanyahu estaba hablando durante una sesión parlamentaria especial, que conmemora el “Día de Jerusalén” el cual fuera creado para marcar la “reunificación” de la ciudad luego de que Israel anexara la parte oriental en la guerra de Medio Oriente de 1967. El estatus de Jerusalén y las construcciones de Israel en Jerusalén oriental, hogar de 300.000 árabes, es una cuestión esencial en el conflicto israelí-palestino.
Una ley adoptada por Israel en 1980 se refiere a Jerusalén como la capital indivisible de Israel, pero la anexión por parte de Israel de Jerusalén oriental, no la reconoce la comunidad internacional. “Por los últimos 48 años, la reunificada ciudad de Jerusalén ha sido la capital de Israel, así ha sido y así será” dijo Netanyahu en su discurso.
“Mi enfoque es simple – nosotros construimos en Jerusalén” dijo Netanyahu, agregando que en los últimos meses él ha ordenado impulsar la construcción en los barrios Har Homa y Maale Hazeitim, Gilo, Ramat Shlomo y Pisgat Zeev, de Jerusalén oriental. Hablando el domingo en una manifestación, Netanyahu dijo que Jerusalén siempre ha sido solamente la capital del pueblo judío, no la de ninguna otra nación.
Su declaración fue prontamente impugnada por los palestinos. El portavoz del presidente palestino Mahmoud Abbas, Nabil Abu Rudeineh, le dijo el lunes a la agencia de noticias palestina Wafa, que no habrá paz o estabilidad en Medio Oriente, a menos que los palestinos puedan reivindicar Jerusalén oriental como su capital. Abu Rudeineh advirtió que los comentarios de Netanyahu muestran que el próximo paso es una confrontación diplomática con los palestinos apelando ante organismos internacionales para impedir las “políticas destructivas” del gobierno israelí.
En los meses recientes, las tensiones han escalado en Jerusalén y la Ribera Occidental entre palestinos y judíos, debido al colapso del proceso de paz en abril del 2014. Hubo docenas de ataques de militantes, principalmente en Jerusalén y sus vecindades, así como alrededor de los asentamientos israelíes de la Ribera Occidental.
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