Los perfectos anuncios de televisión ya no sirven porque las preferencias de los consumidores han cambiado, ya no quieren ver algo bonito, sino algo real.
Y qué mejor realidad existe que una persona con la que se identifican, con la que hablan cara a cara y en la que confían. Ahí es donde reside la clave del éxito de estos “influencers”, en las conexiones emocionales que establecen con sus bases de suscriptores y seguidores.
Las marcas tratan de conseguir el éxito siguiendo los pasos de estas personas pero, cometen un importante error: subestimar el poder del talento que tienen las estrellas del social media.
“No son solo celebridades digitales sino artistas, fotógrafos, escritores o inventores de una generación que está revolucionando el panorama mediático”, asegura Jonathan Fraser, chief strategy officer en Exposure Digital en un artículo en Marketing Magazine. “Han cambiado la manera en la que la gente quiere ser captada, la gente ya no quiere anuncios que no conecten con ellos emocional o racionalmente”, añade.
De esta manera, Fraser destaca la necesidad de que las marcas, agencias y creadores trabajen de manera conjunta para lograr acuerdos con sentido que muestren el talento creativo tanto de “bloggers” como de las marcas. Para lograr esto es necesario tener en cuenta 3 elementos fundamentales: la autenticidad, la credibilidad y la creatividad.
No resulta nada fácil mantener el equilibrio entre el respeto a la esencia del “vlogger” y los requerimientos de la campaña de la marca. Esto solo se consigue escogiendo de manera inteligente al “influencer” de manera que sea alguien que comparta los valores y se sienta cómodo con el producto e incluso sea usuario. Solo así se conseguirá mantener la veracidad.
Aunque el contenido creativo debería correr a cargo del “vlogger”, esto no supone dejar toda la responsabilidad a su cargo. Contar con un buen “brief” que deje claro las pautas y objetivos es de gran ayuda para que el “influencer” pueda entender la estrategia y a partir de ahí se genere el contenido.
Así, aunque muchas marcas todavía apuestan por la obsoleta publicidad, los “influencers” ya forman parte de una nueva era digital y han llegado para quedarse así que los anunciantes deben comenzar a explorar las enormes oportunidades del poder de la honestidad.
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