Es un hito que China haya logrado la primera comunicación cuántica desde un satélite.
Es algo increíble que se puedan transmitir pares de partículas de luz entre un satélite de telecomunicaciones y la Tierra. Fotones entrelazados que transmitieron información sin perderla en el trayecto. Un espacio muy amplio desde el satélite hasta dos ciudades chinas separadas entre sí por más de 1.000 kilómetros de distancia.
Ciertamente, desde otros países están investigando también sobre los ordenadores cuánticos, pero los estados punteros parece que son China y Estados Unidos. Es entendible que el país asiático se esté planteando la posibilidad de construir una red de satélites de comunicación cuántica en unos 13 años aproximadamente.
Sin embargo, soy escéptico sobre la seguridad absoluta de este tipo de comunicación, porque al intervenir el factor humano no se puede garantizar que no existen filtraciones de información.
En teoría, se haría casi imposible el hackeo de las transmisiones. Y esta supuesta comunicación secreta sería algo decisivo para gobiernos, empresas o ciudadanos. Lo que si puede suceder es que los niveles de seguridad de la información comunicada por las redes cuánticas sean muy elevados. Además, siempre puede haber fallos por problemas técnicos, averías, mal funcionamiento de las redes, etcétera.
También se plantean cuestiones éticas, porque el acceso de los ciudadanos o de las empresas a procedimientos secretos de transmisión de información, si no existe una justificación bien argumentada, puede causar serios inconvenientes. Deberían ir elaborándose una serie de normas legales para garantizar los derechos de las personas y las libertades individuales.
Parece ser que el Internet cuántico lleva funcionando de forma secreta dos años en Estados Unidos, según dicen. Son investigadores de Los Álamos en Estados Unidos. Se explica por la gran competencia entre diversos países del mundo por conseguir ventaja en la investigación sobre los ordenadores cuánticos y todo lo relacionado con esta nueva tecnología.
Además, la medición de los fotones hace que cambien. Esto es algo que sirve para mejorar o aumentar la seguridad en el intercambio telemático de la información.
En una universidad china ya se ha construido el primer router cuántico, que será muy útil para el envío de datos en el futuro. Lo fundamental, a mi juicio, es que con la comunicación cuántica y los ordenadores cuánticos se van a lograr resultados espectaculares en la capacidad de procesamiento de la información y también en la velocidad de los cálculos.
Se podrán simular situaciones con mucha mayor rapidez, lo que es una extraordinaria ventaja de cara a la ciencia y a las aplicaciones técnicas y la precisión en el funcionamiento de aparatos.
Aunque es necesario esperar unos lustros para que los sistemas de criptografía actual se vayan adaptando a estos nuevos procedimientos cuánticos. Está claro que los servicios de Inteligencia de los países en unos lustros o decenios verán reforzados sus sistemas de comunicación y de investigación para luchar contra la delincuencia y el terrorismo.
En el ámbito de la medicina los ordenadores cuánticos serán muy beneficiosos para todos los ciudadanos y también en el campo de la creación y elaboración de nuevos medicamentos cada vez más eficaces. Porque se podrán realizar numerosos experimentos, simulaciones y cálculos de modo mucho más veloz, preciso y riguroso.
Además, la calidad de vida de los ciudadanos se incrementará, si se aplica bien la comunicación cuántica para que la existencia cotidiana sea más plena y segura.
El mundo está cambiando a un ritmo muy acelerado. No nos damos mucha cuenta, porque lo estamos viviendo. Si se comparan las formas de vida de hace unas décadas con la transformación de la realidad humana por medio de las nuevas tecnologías se ven las diferencias.
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