El libro de Ramón Román Alcalá profesor de la Universidad de Córdoba titulado El enigma de la Academia de Platón es una excelente obra que trata numerosos aspectos de la filosofía de este gran pensador.
Platón a pesar de ser un supuesto ejemplo de pensamiento dogmático, en realidad, también dejó en suspenso muchos aspectos de su filosofía desde planteamientos escépticos, tentativos o abiertos. El libro trata también la historia de la Academia durante varios siglos hasta su final.
No cabe duda de que Platón elaboró una doctrina teórica que aunque sujeta a variaciones poseía una estabilidad, pero no quedó inacabada a su muerte. Los sucesores de Platón desarrollaron diferentes orientaciones siguiendo al maestro.
Desde planteamientos escépticos la herencia doctrinal platónica fue objeto de interpretaciones durante varios siglos. De todas formas, el estudio de la producción filosófica del maestro de Aristóteles nunca se detuvo.
La hipótesis del autor de este libro es que «Arcesilao, con fines dialécticos y sin deformar el pensamiento de Platón, recuperó todos aquellos elementos escépticos que pertenecían a la propia tradición socrático-platónica, promoviendo no algo original sino dando la primacía a uno de los innumerables rostros de Platón». Las explicaciones orales o no escritas de Platón fueron decisivas y forman parte de su doctrina, aunque sus obras escritas son las que han llegado a la actualidad.
El mismo Platón era absolutamente consciente de que su investigación filosófica dejaba muchas cuestiones abiertas a más indagaciones. Era un conocimiento en proceso. Los principios platónicos, tal como los explicaba en su magisterio directo mientras vivió, se mezclaron o combinaron con los propios de sus sucesores al frente de la Academia, aunque podían ser distinguibles o diferenciables.
La práctica del diálogo y la práctica de la dialéctica filosófica abrieron nuevos planteamientos, en el campo de la interpretación del idealismo platónico y en la libertad exegética o interpretativa, pero sin caer en contradicciones con la enseñanza platónica.
El método socrático que encaja perfectamente con el planteamiento filosófico de su discípulo Platón era muy adecuado para el desarrollo de la filosofía, ya que la utilización de la ironía y el uso de formulaciones dubitativas hacen avanzar el conocimiento, aunque, en un primer momento, pueda parecer que no.
La Academia fue fundada por Platón alrededor del año 387 a. C. en los jardines de Academo en Atenas. En el frontispicio de la misma se puso la siguiente inscripción: Aquí no entre nadie que no sepa geometría. O matemáticas ya que daba una enorme importancia a su estudio e investigación. También se enseñó medicina, retórica y astronomía. Es la precursora de las Universidades.
La Academia tuvo tres grandes periodos. El primero tras la muerte de Platón en el año 347 a.C. con Espeusipo, Xenócrates, Polemón, etcétera y que llega hasta el año 260 a.C. El segundo con la vuelta al método socrático y con planteamientos escépticos con Arcesilao y Carnéades. Y el tercero y último con Filón de Larisa y Antioco que desarrolló una actitud ecléctica junto con otros pensadores. O, expresado de otro modo, Academia antigua, media, nueva.
En el año 529 de nuestra era la Academia platónica fue clausurada por el emperador Justiniano, pero la labor realizada por la misma durante más de ochocientos años fue asombrosa y magnífica en todos los sentidos. No cabe duda de que la búsqueda de la verdad y el deseo de saber son los impulsos que han movido al mundo occidental a lo largo de la historia.
En este sentido, la tarea de Platón y la de sus continuadores fue magnífica. Además, las otras escuelas filosóficas como el escepticismo, estoicismo. eclecticismo y epicureísmo junto con otros filósofos a lo largo de los siglos fue esencial para impulsar el pensamiento crítico y también la ciencia.
Este libro de Román Alcalá aporta profundas explicaciones sobre las discusiones doctrinales de los escépticos contra los dogmáticos en la Grecia clásica. A la vez explicita el difícil surgimiento del escepticismo en relación con la filosofía platónica y con algunos de los filósofos posteriores a Platón. Las páginas del libro son un itinerario lleno de erudición sobre los avatares de ese periodo apasionante de la transmisión del legado filosófico de Aristocles o Platón.
La investigación histórica, filológica y filosófica ha dado grandes resultados en relación con el conocimiento de una parte significativa de lo que ha sucedido en la Academia. Es un libro de lectura muy recomendable porque analiza un gran número de cuestiones.
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