Egipto exhortó el martes a las autoridades de los EE.UU. a que ejercitaran la auto-restricción al enfrentar las racialmente teñidas demostraciones en Ferguson, Missouri – haciéndose así eco del lenguaje usado por Washington para advertir a Egipto, cuando este reprimió a los manifestantes islamistas el año pasado, según informó la agencia de noticias Reuters.
La declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores egipcio sobre los disturbios en Ferguson suena parecida a la emitida por la administración del presidente de EE.UU. Barack Obama en julio del 2013, cuando la Casa Blanca “exhortó a las fuerzas de seguridad a ejercitar un máximo de autolimitación y precaución” al enfrentar las manifestaciones de los partidarios de Mursi.
Esta fue emitida “a continuación de la escalada de protestas” en Ferguson, desatada por la muerte a balazos de un adolescente negro desarmado a manos de un policía blanco el 9 de agosto. Es inusual que Egipto critique a un contribuyente de tanta envergadura, e inicialmente no quedó en claro porque el gobierno había tomado tal paso.
Las relaciones entre Washington y El Cairo se tensaron a partir de que fuerzas de seguridad egipcias mataron a centenares de partidarios de la Hermandad Musulmana, luego de que el ejército derrocara al presidente islamista Mohammed Mursi, en julio del 2013. Los aliados occidentales han expresado su preocupación en torno a las credenciales democráticas del presidente Abdel Fattah al-Sisi, el jefe del ejército que depuso a Mursi. Sin embargo, los Estados Unidos han seguido proveyendo a El Cairo de apoyo militar y de otro tipo.
La semana pasada, el Observatorio de los Derechos Humanos dijo en un informe que las fuerzas de seguridad egipcias sistemáticamente hacen uso de fuerza excesiva contra los manifestantes islamistas, después de que fuera depuesto Mursi. Egipto dijo que el informe estaba “caracterizado por el negativismo y el prejuicio”.
El miércoles, Rusia e Irán se sumaron a Egipto, acusando al gobierno de los EE.UU. y a las autoridades policiales de hacer uso de fuerza excesiva contra los manifestantes.
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