El principal grupo de convergencia de las facciones opositoras sirias, instó el martes a la ONU a establecer en Siria una zona de exclusión aérea, luego de un supuesto ataque con bombas de cloro, llevado a cabo por el régimen contra un pueblo controlado por la oposición.

Najib Ghadbian, el representante ante la ONU de la Coalición Nacional de la Revolución Siria y las Fuerzas Opositoras, dijo que los estados miembros, en forma individual, deberían eludir al paralizado Consejo y establecer la zona. “El Consejo de Seguridad tiene la autoridad legal y la responsabilidad de tomar este tipo de acción. Pero dada la propensión de dos de sus miembros a esgrimir sus vetos en forma temeraria y repetida en apoyo del régimen, debemos buscar ayuda por fuera del Consejo de Seguridad” dijo Ghadbian, refiriéndose a Rusia y China, quienes han bloqueado cuatro resoluciones concernientes al conflicto.

El llamado de la coalición sobrevino un día después de que las fuerzas gubernamentales sirias supuestamente lanzaron un ataque con gas de cloro, contra un pueblo en la provincia noroccidental de Idlib, matando a una familia de seis personas, incluyendo a tres niños. Los informes sobre el ataque se produjeron luego de la resolución del 6 de marzo del Consejo de Seguridad, que condenó el uso de ataques con cloro en Siria.

Ghadbian dijo que una zona de exclusión aérea garantizaría zonas seguras en el terreno para proteger a los civiles, abriría el camino para la ayuda humanitaria, permitiría a los refugiados volver a Siria y crearía las condiciones necesarias para combatir a los grupos terroristas, tales como Daesh.

El funcionario agregó: “El fracaso en hacerlo prolongará el sufrimiento y la pérdida de vidas sirias inocentes, y permitirá que la amenaza directa a la seguridad de la región y del mundo se torne cada vez más inminente”. La oposición siria ha acusado repetidamente al régimen de Assad de usar armas químicas y tóxicas contra los civiles y de cometer masacres, a partir de un incidente de agosto del 2013, que mató a más de 1.400 civiles.

La guera civil siria, que este mes entró en su quinto año, ha cobrado más de 220.000 vidas, de acuerdo con la ONU.