Hace varias semanas tuve la oportunidad de participar como becario invitado de la Escuela del Sur de Gobernanza de Internet (SSIG) y la Organización Estados Americanos (OEA) de una conferencia de tres días llevada a cabo en la sede de la OEA en Washington DC, ciudad donde vivo. Allí pude compartir con jóvenes estudiantes y profesionales de diversas disciplinas que desarrollan sus carreras en Latinoamérica y el Caribe. La riqueza del debate sobre el tema y el involucramiento de estos profesionales son neurálgicos para el desarrollo sostenible de nuestra América Latina y para que nuestra región, la más desigual del mundo, pueda garantizar desarrollo humano inclusivo, teniendo la reducción de la brecha digital tan solo como la punta del iceberg en ese proceso que nos llevará al estado de bienestar en el contexto de un mundo globalizado.
Atendiendo a la invitación de la Directora Académica de la SSIG, Olga Cavalli, disfruté al máximo del intercambio de ideas con expertos de la talla de Vint Cerf; el representante de Estados Unidos ante la OEA, Oscar Trujillo; Ona Flores, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); Laura Juanes, de Facebook; Luz Patricia Mejía, de la Comisión Interamericana de Mujeres, entre otros.
Una de las conclusiones a las que llegué es que el término gobernanza de Internet es poco conocido, sabemos que usamos el internet pero muchas veces no sabemos cómo ese servicio llega a nosotros, cómo nos impacta y de qué manera compromete nuestra seguridad. La Sociedad de Internet (Internet Society) define gobernanza de internetcomo los procesos y reglas que afectan la forma en que se administra Internet. El éxito histórico y futuro de Internet como una plataforma abierta y confiable para la innovación y el empoderamiento depende de la adopción de un enfoque descentralizado, colaborativo y de múltiples partes interesadas para la gobernanza de Internet.
Uno de los expositores mencionaba que el internet es ese gran experimento que continúa desarrollándose, lo que nos hace preguntarnos si aún se encuentra en su etapa de prueba. La realidad es que el servicio vino a cambiar nuestras vidas. Logró llegar a lo que hoy conocemos, a través de un conjunto de proyectos de investigación con fondos del gobierno y teniendo el involucramiento de las universidades y el sector privado en sus inicios.
Vale destacar que no deberíamos confundir el termino anglosajón de Internet Governancecon E-Gobernanza, pues este último se refiere al uso de tecnología por parte de un gobierno para cumplir con sus funciones, algo más parecido al concepto de gobierno electrónico que hoy conocemos como parte del marco de gobierno abierto.
Cuando hablamos de gobernanza de internet, es necesario tener claro que esta es la red de redes y por tanto, esta red está conformada por muchas redes autónomas que de manera voluntaria se interconectan entre si y por esto producen resultados instantáneos. Cada red establece las reglas del juego por lo cual también operan bajo un esquema de descentralización ya que no siguen las directrices de un órgano gobernante central. En otras palabras, lo que destacamos aquí es que la gobernanza de internet no está regida una única persona, organización, compañía, o gobierno que mande sobre el internet.
Finalmente, el internet, sobre todo el acceso a internet, ha tenido un impacto dramático en la ciudadanía que va desde la democratización del conocimiento que se tiene en la palma de la mano, a soluciones que dependen de un clic, pero también han permitido el desarrollo de herramientas como las redes sociales que sin el internet hoy no existirían, logrando que aumente la participación ciudadana y se democraticen los mensajes a través del concierto de todas las voces.
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