En los últimos años, el fraude del tráfico se ha convertido en el principal problema de los anunciantes causando pérdidas de miles de millones de euros. Y no parece que vaya a mejorar la situación ya que, un reciente estudio, asegura que el fraude es cada vez más frecuente en el sector de la publicidad móvil.
Este dato preocupa a los directores de marketing sobre todo, cuando el móvil se ha convertido en el centro de toda estrategia publicitaria con el cambio de los hábitos de los consumidores hacia el manejo del “smartphone” como dispositivo casi único.
Hasta el 34% de los móviles analizados fueron calificados de riesgo ante el fraude y el 12% de ellos como de alto riesgo mientras el restante 22% de tráfico sospechoso, al no poder garantizar su falsedad.
“Al mismo tiempo que el mercado móvil crece y se convierte en un campo fértil, los fraudulentos también se centran en él”, asegura Tim Koschella, CEO de AppLift y añade que, “los trucos que utilizan para retar al sistema son mucho más efectivos que los utilizados en los ordenadores”..
No todos los anuncios están bajo el mismo riesgo, sino que, existen diferencias entre formatos. Por ejemplo, las técnicas de CPM son hasta 3 veces más fraudulentas comparadas con los modelos de CPC.
A pesar del incremento de prácticas fraudulentas en la publicidad móvil, es el ordenador el que sigue generando las mayores pérdidas para los anunciantes.
Uno de los fraudes es la interceptación de “apps” por las que los delincuentes pueden hacer que los anuncios se carguen aunque el usuario no abra la aplicación logrando que los anunciantes paguen por algo que no se está visionando.
Otro de los más comunes es el fraude en los “clics”, el que se vale de “bots” para generar un enorme número de “clics” en los anuncios, de manera similar al fraude en los ordenadores.
La mayor integración de la publicidad móvil en los “wearables”, la “smart” TV o el Internet de las cosas incrementan las implicaciones del fraude.
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