Las campañas de publicidad que mejor convierten su inversión en ventas son las que se sitúan en franjas de emisión con una mayor audiencia, según indica el Primer estudio global de eficacia en ventas de la publicidad en televisión realizado por Kantar Worldpanel y Atresmedia Publicidad.
Sin embargo, la televisión tiene cada vez menos éxito entre los espectadores, que se están cambiando a Internet para consumir contenidos en formato vídeo. Esta huída provocará que 25.000 millones de dólares del presupuesto destinado a la televisión tradicional se destinen, durante los próximos cinco años, a la red de redes, según un reciente estudio de Distilled.
El mercado publicitario de la televisión tradicional ha resistido muy bien el acoso de Internet a pesar de la tendencia a la baja del número de telespectadores, pero la actual situación no es sostenible, asegura Distilled.
No en vano, el 80% de los hogares estadounidenses cuenta ya con algún dispositivo conectado a Internet para visionar la televisión. La creciente proliferación de este tipo de dispositivos está ocasionando que plataformas como Netflix y Youtube alteren los patrones del consumo televisivo, concluye el estudio.
Diferentes investigaciones han pronosticado el potencial de Netflix para destruir la longeva televisión, pero parece que la combinación de hardware, software y velocidad de conexión ha alcanzado un punto crítico que llevará, en los próximos años, a la publicidad asociada a plataformas de vídeo en ‘streaming’ como Hulu o Netflix. La publicidad televisiva perderá la gran participación en la tarta publicitaria.
“Internet está haciendo lo que mejor se le da: liberar a la televisión de la tiranía de la programación y lograr que el espectador pueda ver los programas “online” en cualquier momento y en cualquier lugar”, explica Will Critchlow, director de marketing de Distilled. Por eso, “en un futuro cercano la publicidad estará basada no en parrillas sino en lo que ve el espectador en cada momento”, añade.
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