No cabe duda de que el trabajo a distancia a través del ordenador es una de las mejores formas de complementar el trabajo presencial y en algunos casos de sustituirlo.
Realmente en tareas médicas o docentes, por ejemplo, el médico o el profesor es fundamental para que la actividad de consulta o de aprendizaje se realice de la mejor forma. De todos modos, la teleasistencia en medicina se está incrementado de modo lento pero progresivo en algunas situaciones especiales.
Se puede hablar de ventajas del teletrabajo y también de desventajas. Entre las primeras se puede destacar que permite horarios flexibles con lo que incrementa la distribución libre y personal del tiempo de trabajo. Y de esta manera se puede compatibilizar mejor la vida personal y laboral. Se evitan los tiempos de desplazamiento al puesto de trabajo lo que supone un aumento de la productividad de un 23% aproximadamente. Las distracciones son menos y el tiempo improductivo por diversas causas se reduce de modo significativo. Con este tipo de trabajo no existen los costes de desplazamiento. El trabajo digital por medio de ordenadores o tabletas elimina todo tipo de fronteras físicas o distancias.
También es cierto que existen inconvenientes en el teletrabajo. El primero y, a mi juicio, el más relevante es que no es adecuado para todo tipo de tareas u ocupaciones laborales.
Las personas que optan por el teletrabajo tienen que ser ordenadas y sobre todo disciplinadas para llevar a término su trabajo en los tiempos o plazos establecidos por la empresa o en los casos de los emprendedores o autónomos está claro que el autoempleo da más libertad, pero exige un cierto rigor en la actividad laboral desarrollada. Lo que puede suponer en determinadas situaciones un cierto estrés en algunas personas en el desempeño de su trabajo.
Indudablemente, la adaptación al teletrabajo presupone que las conexiones a Internet sean de buena calidad, rápidas y eficientes y esto no siempre sucede.
En cambio, con la Teleformación parece que todo son ventajas. Puede complementar perfectamente a la enseñanza presencial que sigue siendo muy importante y continuará siéndolo. La combinación de la formación presencial con la virtual o digital a través de cursos online o videoclases es algo que puede potenciar los procesos de aprendizaje de una manera significativa. No son sistemas incompatibles y opuestos. Un estudiante puede obtener un gran beneficio formativo de sus clases presenciales y a la vez aprovechar los recursos audiovisuales y escritos en Internet para ampliar y profundizar sus conocimientos. La diversidad y amplitud de contenidos de calidad disponibles en abierto en Internet es prodigiosa y me atrevo a decir que casi ilimitada.
De todas maneras, no cabe duda de que los elementos o aparatos tecnológicos, especialmente ordenadores y tabletas, cada vez son más importantes para agilizar los procesos de comprensión de muy diferentes contenidos. Y están presentes en las aulas como herramientas esenciales también para el desarrollo de la creatividad en los estudiantes y para el incremento de la autonomía de los estudiantes en su proceso de estudio.
No cabe duda de que el correcto uso de los ordenadores para la formación también precisa de una preparación específica. Saber buscar informaciones y conocimientos en Internet precisa de determinadas técnicas o procedimientos que son enseñables. Además, las formas y proyectos de investigación también requieren de métodos determinados que pueden ser enseñados. De este modo, se logra que los jóvenes o las personas que se están formando aprendan de modo más rápido, profundo y eficiente.
El mundo del teletrabajo es muy amplio. Por ejemplo, las tiendas online son una forma de vender productos físicos o digitales en cualquier parte del mundo y a cualquier hora, por medio de la venta automatizada. Los requisitos para que una tienda online sea rentable dependen de numerosas condiciones muy difíciles de cumplir, pero es una posibilidad abierta para personas emprendedoras que no requiere mucho gasto económico.
El autoempleo, especialmente el digital, es enormemente complicado y exigente y, por tanto, es entendible que para muchos no sea la opción de trabajo más recomendable, pero es cierto que algunas personas lo prefieren, aunque suponga un riesgo de fracaso elevado, porque intervienen numerosos factores que no son predecibles de una manera absoluta o lo son de un modo relativo. En los próximos años va a incrementarse el número de personas que estarán teletrabajando desde sus viviendas. Es lo esperable con el vertiginoso cambio social.
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