Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) (People for the Ethical Treatment of Animals) es una organización por los derechos de los animales. Con base en los Estados Unidos, y con dos millones de miembros y partidarios, PETA es el mayor grupo por los derechos de los animales en el mundo

Fundada en 1980 y con base en Norfolk, Virginia, la organización es una corporación sin ánimo de lucro financiada casi exclusivamente por sus miembros. Fuera de los EE.UU., tiene oficinas afiliadas en Canadá, Francia, Alemania, India, Italia, los Países Bajos, España, Sudáfrica, República de China (Taiwán), y el Reino Unido. Su presidenta internacional es Ingrid Newkirk.

Si el contemplar algo de sangre le provoca sudores fríos, quizás haría bien en hacer caso omiso de la siguiente campaña publicitaria de PETA.

Para llamar la atención del consumidor sobre la cruel realidad que hay detrás de la industria de los artículos confeccionados con pieles exóticas, la organización para la defensa de los animales PETA ha abierto en el mayor centro comercial de Bangkok (Tailandia) una tienda pop-up en la que las chaquetas, los bolsos, los monederos y los cinturones allí expuestos aguardan una sangrienta sorpresa en su interior. El vídeo promocional difundido por PETA les hará pasar un mal rato a algunos tailandeses. Comienza de manera aparentemente inofensiva. Varios artículos de piel aparecen en una tienda. Seducidos por los artículos exhibidos, los clientes se adentran en la tienda, los curiosean y el “shock” llega cuando tienen la osadía de inspeccionarlos.

Cuando uno de los clientes abre unos de los bolsos de cocodrilo a la venta, se topa con un corazón ensangrentado que todavía late. Otros clientes se encuentran con vísceras, tendones y litros de sangre cuando inspeccionan los artículos de la nueva tienda de PETA. Al final del vídeo PETA redirige al espectador a la web Petaasia.com/skins, donde le informa de la crueldad que existe en los artículos de piel de cocodrilo.

Detrás de la impactante campaña PETA, que aspira a hacer sentir al consumidor en sus propias carnes un poco el horror que padecen los miles de cocodrilos, está la agencia de publicidad Ogilvy & Mather.