Este libro sobre la filosofía hegeliana contribuye a un mejor conocimiento del idealismo absoluto, y del sistema de pensamiento de este gran filósofo alemán. La edición de Gabriel Amengual Coll está muy bien estructurada y es muy didáctica, ya que es una excelente exposición de abundantes cuestiones esenciales del pensamiento hegeliano.
Ciertamente, la enorme erudición, la asombrosa formación de Hegel y su inmensa capacidad reflexiva se plasmaron en sus geniales obras filosóficas. Es el último gran pensador sistemático.
Numerosos temas que Hegel trata en sus lecciones y cursos siguen siendo de interés en la actualidad. Su filosofía ha influido en diversas corrientes de pensamiento. Por ejemplo, las reflexiones éticas y políticas ocupan un espacio esencial en sus escritos, y siguen siendo objeto de estudio, investigación y crítica.
Y no digamos, su monumental y sublime Ciencia de la Lógica, y también la Fenomenología del Espíritu. El resto de sus libros son profundos tratados que investigan, conceptualmente, infinidad de cuestiones, desde perspectivas y análisis extraordinariamente minuciosos.
Su creatividad y capacidad combinatoria rozan lo divino. Hegel es, a mi juicio, uno de los últimos grandes metafísicos. Como escribe Gabriel Amengual: «Todo lo que de grande ha crecido en filosofía después de Hegel ha tenido que ver con su filosofía».
El acceso a la lectura de la producción filosófica de Hegel es esencial para comprender su sistema de pensamiento, sin construcciones que no respondan a sus reflexiones originales. También son positivos los acercamientos a las interpretaciones de los conceptos y de las ideas creadas por el filósofo suabo. Se pueden analizar varias facetas de Hegel. Una de ellas es la del gran sistemático y lógico que, sin duda, lo fue.
Pero también, es fundamental valorar su búsqueda constante del concepto. Como también dice Amengual: «en cada curso cambiaba el orden sistemático y el lugar y la valoración de las cuestiones». En su taller filosófico Hegel elabora y ensaya nuevas maneras de exponer sus pensamientos en los diversos ámbitos de la filosofía, de la mejor forma posible.
Existe una evolución en la filosofía hegeliana. Sus escritos de juventud poseen, en general, un estilo menos denso que los de su madurez. Si bien, ya en su libro Diferencia entre los sistemas de filosofía de Fichte y Schelling, sus análisis y reflexiones son de una profundidad, rigor y virtuosismo conceptual asombroso.
La filosofía de Hegel se elaboró en relación con su tiempo. Sus planteamientos acerca de la metafísica, la historia, la religión, la ética, la política, etc., fueron renovados y ampliados por él, en sus lecciones y escritos, a lo largo de su trayectoria vital.
La de Hegel es una actividad filosófica que no se detiene, ya que consiste en un continuo hacerse. Aunque también es cierto que las líneas generales de su sistema se mantienen estables. Lo que no significa que no añada algunas cuestiones nuevas o amplíe otras, si lo considera adecuado.
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