Twitter, la red social de mensajes de 140 caractéres, ha introducido este año pequeños cambios en su diseño que han pasado desapercibidos para muchos y han creado pasiones para unos pocos.
Comenzó a principios de año probando un nuevo diseño en un grupo restringido de usuarios; finalmente decidieron revertir los cambios al diseño que ya conocemos. Más adelante, en mayo, hicieron nuevas pruebas con la interfaz, cambiando la tipografía -la fuente- de Helvética Neue a Gotham.
En abril, lanzaron los nuevos perfiles: más gráficos, más personales, con otra nueva intención: dar relevancia a los perfiles personales, contar la historia de una vida, dejar un legado. Y ahora se están planteando cómo dar más importancia al contenido gráfico, las fotos, los vídeos, y romper la barrera de los 140 caracteres.
Lo que sucede es que una red con más gráficos, fotos, videos, sin límite de 140 caracteres y donde lo importante es el perfil y la historia personal, ya existe: facebook. Y el uso que se hace de una y otra red, incluso por los mismos usuarios, es muy diferente.
¿Quiere twitter dejar de ser twitter y pasar a ser un nuevo facebook? Y si lo quiere, ¿lo puede conseguir?
Twitter es la red social del rabioso directo, donde el perfil e historia pasada importaban bien poco. El centro de todo era la línea de tiempo de cada usuario, lo que yo, como usuario, quiero ver ahora mismo. De hecho, ni existe el concepto de “amigo”; simplemente decido a quién quiero seguir porque sus contenidos me interesan, sin que el emisor tenga mucho que opinar al respecto. Y si mañana me deja de interesar lo que dice, o habla demasiado, le dejo de seguir. Y como creador, escribir una entrada de blog me lleva un día, una entrada de facebook me lleva 15 minutos y 140 caracteres menos de 10 segundos.
Veremos si con estos movimientos consigue atraer a nuevo público, espanta al actual, o simplemente pasan de largo y twitter continúa siendo lo que ha sido hasta ahora: una red social diferente del resto.
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