Crisis o decadencia

Crisis o decadencia

En el mundo complejo actual, por su grado de complejidad estamos obligados a cambiar nuestra perspectiva.

En la actualidad estamos ante diversas disyuntivas, por lo cual se requiere un análisis de un saber interdisciplinario. No podemos comprender ni abordar este mundo complejo, o más estos diversos mundos, desde una sola perspectiva.

Hay que ocuparse del análisis de las grandes categorías que condicionan la acción política de los gobiernos. Del análisis de los condicionamientos de la política con las funciones en las cuales el político debe actuar.

Por ello creo oportuno plantear la primera categoría, o mejor dicho la primera disyuntiva en este escenario actual: Crisis o Decadencia.

Hablar de crisis viene a explicar los deslices de los gobierno. La crisis le permite no dar mayores explicaciones, y licuar responsabilidades.

Hablar de decadencia, se opone a la crisis. La decadencia es una categoría de difícil acceso, por eso no se puede hablar libremente. El que habla de decadencia primero es decadente.

La decadencia se apoya según Gilbert Cont, en su libro: “Notas sobre el tiempo roto, sobre el tiempo perdido” afirma que la decadencia comienza cuando cada uno rechaza tomar riesgos por los otros. Y la regla general es que se puede ser cada vez más decante.

Voy a traer como simples ejemplo un título de noticias desarrollada esta semana en Argentina.

La noticia se titula: “Amnistía Internacional recalco la necesidad de que Argentina legalice el Aborto. La ONG público un Informe anual sobre Derechos Humanos donde señala el uso abusivo de la prisión preventiva. (Fuente: www.perfil.com 27 de febrero de 2020). Podemos analizar lo siguiente, según el saber interdisciplinario que vengo desarrollando se debe abordar este discurso como uniforme, de unidad, donde inculcan esto como una verdad absoluta, y por lo tanto estas con ellos o sos el enemigo.

Ahora abordemos el tema desde otra perspectiva.

¿Se puede avanzar en el camino del progreso en Argentina, con las mismas bases que nos llevaron a esta decadencia?

Es sólo podría ser posible si existe un reconocimiento que toda la sociedad argentina, de que estamos en decadencia. Es decir una toma de conciencia de nuestro diagnostico real, para buscar las herramientas para salir del laberinto.

Pues del laberinto no se sale volviendo hacia atrás, a lo primitivo, no podemos volver a la sociedad medieval. Del laberinto, no se sale con un falso progresismo, que nos llena de promesas, que luego no cumplen.

Por ejemplo en Argentina en el año 2009 solo se puso en ejecución sólo el presupuesto el 6 por ciento, el 94 fueron incumplimientos.

Es más fácil hablar de crisis, pues así se evitan dar explicaciones y se eluden responsabilidades. Pero como les decía del laberinto se sale por arriba, con una idea.  Pensando en grandes ideas. (Fuente: profesor Alberto Buela, Filósofo y pensador argentino, articulista, conferencista y catedrático. Experto en Metapolítica y Director de la Revista Disenso. TLV1 Introducción a la Metapolítica)

Volvemos a la necesidad que tiene Argentina de legalizar el aborto, según Amnistía Internacional.  Me pregunto ¿Sí se puede avanzar en el camino del progreso? Yo creo que sí, pero este tiene que ser en equilibrio. Es decir que el primer progreso debe ser la base de los futuros progresos, no se debe acumular basura de esos progresos. El profesor Alberto Buela afirma en su entrevista en TLV1 que en España hubo 70.000 casos de aborto, pero siempre dejan secuelas muy dañinas en las mujeres, un aborto, dos abortos, tres abortos. Entonces nos preguntamos si se avanza en el plano tecnológico pero se retrocede en el plano moral, se puede decir que hay progreso. ¿Eso se puede llamar progreso en equilibrio?

Con los conceptos que venimos esbozando no queremos imponer ideas, sino realizar disensos, para que los grupos de poder, que son lobbies que no nos representan tomen decisiones por nosotros en nombre de los Derechos Humanos.

¿O el Derecho Humano principal no es la vida? Sin vida no hay humanidad, sin humanidad, no hay política, sin política no hay derechos, y mucho menos democracia.

La vida es el primer derecho humano, si no tenemos vida no lo podemos ejercerlo.

Hay que generar disenso, en materia de ley de aborto, ¿Sí o no? y ¿Con qué alcances? ¿Qué tipo de ley? ¿Qué casos va a contemplar la ley?, ¿Qué recursos va a destinar el Estado para su financiamiento? ¿El Estado en que caso va a financiar?

Se tiene en cuenta la decadencia actual de la Argentina, que se encuentra en plena renegociación de la deuda externa. Donde hay un alto porcentaje de población por debajo de la línea de pobreza. Donde la población no tiene acceso a la medicina básica. (Fuente: www.políticaargentina.com.ar 26 de febrero de 2020)

¿Pues es justo que la sociedad argentina financie el lobby feminista? ¿Una ONG puede determinar que necesita la Argentina?

Para analizar y arribar a soluciones en los temas complejos como los descriptos necesitamos del saber interdisciplinario, que analiza las disyuntivas que condición el comportamiento y función de los políticos, de los partidos políticos, necesitamos de la Metapolítica.

CONCLUSIÓN

Nada me gustaría más que adjudicarme la autoría intelectual de los conceptos esbozados anteriormente, pero lamentablemente debo reconocer que soy un ser decadente. Mi producción intelectual no superara un pensamiento ilustre como el de Aristóteles. Ni un pensamiento ilustre de la década del 90 como el del Señor Alberto Buela, quién es el principal creador y divulgador en América Latina de la Metapolítica.

La Metapolítica es un saber interdisciplinario, pues la política no es otra cosa que la secularización de las categorías teológicas. Este último concepto tampoco es de mi autoría. Solo pretendo ser una nueva difusora de la METAPOLÍTICA.  ¡VIVA LA DEMOCRACIA!

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