En la Administración y en la enseñanza, especialmente, el valor de la experiencia es fundamental. Y la estabilidad laboral es importante también en el ámbito del empleo público, y no, únicamente, en el mundo de las empresas privadas. En las Comunidades de Canarias, Andalucía y Cantabria en la normativa laboral en educación, ya está vigente que los profesores interinos mayores de 55 años, con cinco o diez años de servicio acreditados, seguirán siendo contratados hasta su jubilación.
En Canarias, por ejemplo, 800 profesores, este mismo curso académico, ya han podido acogerse a esta norma, con el requisito de haber trabajado un mínimo de 5 años en la docencia. En Andalucía se exigen 10 años de actividad laboral como docentes. Y en Madrid se ofrecen alguna condición especial a los profesores mayores de 55 años para que tengan estabilidad laboral en sus últimos años antes de jubilarse.
En el Principado de Asturias la Consejería de Educación debería aceptar algo igual para evitar que docentes interinos con cinco, diez o más años de experiencia en la enseñanza y, 55 años o más, puedan dedicarse con calma, y sin agobios a sus clases en los institutos de esta Comunidad Autónoma, sin estar pendientes de Oposiciones.
En el caso de Canarias las acciones de cuatro sindicatos, y la comprensión de la sección de Personal de su Consejería de Educación, y del propio Consejero ha hecho efectivo el acuerdo normativo ya comentado. En Asturias podría pasar lo mismo, y es necesario.
La imposibilidad, o la extremada dificultad para encontrar trabajo, por parte de los trabajadores mayores de una cierta edad es algo evidente. En la empresa privada valoran más, y de mejor manera, la experiencia, y no echan a la calle a sus trabajadores, ya que son valiosos, precisamente, por sus conocimientos adquiridos, y por su trayectoria profesional a lo largo de años y décadas.
El empleo fijo, o la continuidad en el trabajo, por razón de la experiencia acumulada es algo frecuente y habitual en numerosas empresas privadas. Y resulta que en la Administración Pública y, más concretamente, en Educación no lo es. A mi juicio, es incoherente y contradictorio.
Porque, aunque supuestamente las Oposiciones garantizan que la capacidad y el mérito son los que proporcionan el acceso a las plazas de profesor en Enseñanza Media en una competencia que, aparentemente, respeta la igualdad de oportunidades, esto, en realidad, no es así. La subjetividad en la calificación de las pruebas de los opositores es indiscutible, aunque los Tribunales pretendan ser objetivos. En cambio, la prueba MIR, por ejemplo, si es objetiva, porque son más de 200 preguntas, iguales para todos los médicos, y en función de una corrección automática los resultados miden, objetivamente, el nivel de conocimientos demostrados.
Los profesores interinos mayores de 55 años, en ciertos casos, son doctores. Además, en bastantes especialidades sale convocatoria de Oposición cada diez años o más, y con muy pocas plazas para muchos opositores, etc. Y muchos profesores interinos han aprobado los exámenes, pero no han conseguido plaza, porque salen muy pocas plazas para numerosos aspirantes a las mismas. Actualmente, la gran crítica de la oposición política al gobierno central es que, aunque descienda el paro, los contratos no son indefinidos.
Asturias con la ayuda y colaboración de los sindicatos, y de la comunidad educativa debe pedir a la Consejería de Educación de Asturias que entre en vigor, en este mismo curso académico, una normativa que garantice que los docentes interinos de más de 55 años, con un mínimo de cinco años de experiencia, o servicio en la enseñanza tengan asegurados contratos sucesivos hasta su jubilación.
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