El virus de la muerte no se ha podido detener, según la revista “Nature Medicine”; el sida afecta a más de 36 millones de personas en todo el mundo. Por otra parte el presidente de Médicos Cristianos de Cataluña, afirmó; “que la Iglesia Católica se ocupa del 26% de los enfermos de sida del orbe.
En África los afectados son atendidos por instituciones católicas: sacerdotes, religiosos y laicos que atienden a las viudas del sida, a los millones de huérfanos del virus, a los enfermos terminales de esta cruel enfermedad y a los que no pueden cultivar sus propias cosechas debido a esta pandemia.
Se rechaza la cultura del preservativo. La Iglesia Católica y con ella los médicos católicos apuestan por una prevención basada en unos estilos de vida más sanos. La fidelidad, la abstinencia, la espera hasta el matrimonio, la monogamia, la abstención del consumo de drogas y evitar cicatrices rituales realizadas con material contaminado. Estas medidas para la prevención del sida son más humanas, con las que millones de familias en el mundo están sanas y son felices”. ONUSIDA, confirma los datos aportados por Médicos Cristianos de Cataluña al afirmar que el 24% de las organizaciones humanitarias dedicadas a los portadores del virus de la muerte están apoyados por estructuras católicas.
En Ginebra, y organizado por la Confederación de Cáritas, con sede en el Vaticano, estudiaron los modos de aumentar los recursos y la cooperación en la lucha contra el sida. Allí se vio claro el papel clave de la Iglesia Católica en promover una respuesta humanitaria, centrada en la educación, sobre esta terrible enfermedad. “La respuesta de los cristianos al sida fue vista como un elemento positivo para combatir el estigma y la discriminación y ayudar a las personas a convivir con el virus, para mejor afrontarlo”.
Las Naciones Unidas se han dado cuenta de que la Iglesia Católica es el corazón y el sistema nervioso para el apoyo de los grupos portadores de la plaga; el virus de la muerte, el sida.
Por último, las acciones para la prevención del sida, según la cumbre mundial de los Ministros de Sanidad, deben respetar: “Los valores humanos y espirituales”; y deben proteger: “Los derechos humanos y la dignidad de la persona”.
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