ACNUR está ofreciendo asistencia de emergencia en Bulgaria con el fin de mejorar las condiciones de vida y la situación de protección de los refugiados y solicitantes de asilo en el país. Bulgaria está acogiendo actualmente a unos 8.800 solicitantes de asilo y refugiados, dos tercios de los cuales son sirios. Las pobres condiciones en las instalaciones de recepción están empeorando con el invierno. Normalmente Bulgaria, el país más pobre de la UE, recibe sólo unos 1.000 solicitantes de asilo al año.
En Harmanli, una antigua base militar a unos 50 kilómetros de la frontera con Turquía, ACNUR comenzó a distribuir comidas calientes la semana pasada a los 1.400 residentes. Estas personas han estado viviendo allí sin utensilios adecuados para cocinar y no pueden abandonar las instalaciones para comprar comida.
Los solicitantes de asilo en otros centros no han estado recibiendo suficientes alimentos. ACNUR está trabajando con las autoridades para encontrar una solución que garantice una distribución de alimentos adecuada y sostenible en todos los centros. ACNUR está planeando establecer espacios adaptados para los niños en ellos y trabaja con sus socios para aumentar en todos los centros la presencia de asesores sociales y legales que puedan informar sobre el procedimiento de asilo y los derechos de los solicitantes. Médicos sin Fronteras ha puesto en marcha un centro de salud en Harmanli y ACNUR anima a otras organizaciones a seguir este ejemplo.
Las autoridades búlgaras reubicaron esta semana en edificios a medio construir a muchas personas que estaban viviendo en tiendas de campaña de verano, pero en estos edificios se necesita mejorar urgentemente los sistemas de saneamiento y agua. Un grupo de personas especialmente vulnerables ha sido trasladado a unas instalaciones más adecuadas. La Agencia Estatal para Refugiados (SAR por sus siglas en inglés) contratará personal adicional y destinará equipos de registro a Harmanli. Para mejorar la cooperación y coordinación, se han establecido reuniones semanales con todos los socios, lideradas por SAR y ACNUR.
ACNUR está alarmado por el reciente aumento de la violencia xenófoba, como fue el caso del ataque la semana pasada en Sofia contra tres solicitantes de asilo, entre ellos dos hombres sirios. La Agencia de la ONU para los Refugiados pide urgentemente a las autoridades que tome las medidas necesarias para frenar la creciente marea xenófoba en Bulgaria. ACNUR está preocupado por los informes que indican que las autoridades están planeando aumentar el uso de instalaciones cerradas para solicitantes de asilo, sobre todo para hombres solos. Por este motivo, la Agencia pide a las autoridades que busque alternativas a la detención: solicitar asilo no es un crimen y el uso de la detención debería ser la última opción.
El envío de unos 1.400 policías a la frontera con Turquía y la construcción de una valla de 30 kilómetros ya han reducido las cifras de personas que pueden entrar en Bulgaria. También se han recibido informes preocupantes sobre expulsiones de sirios en la frontera en las últimas semanas, actuación contraria a los principios del derecho internacional. El importante que a las personas que huyen para salvar sus vidas se les permita acceder a un lugar seguro y solicitar protección internacional.
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