Los lingüistas no se limitan a describir el lenguaje. Según Chomsky especifican y analizan las reglas gramaticales que hacen posible la producción de las oraciones de la lengua. La labor de los filólogos es admirable porque analizan, investigan, enseñan y promueven, entre otras cosas, el buen uso de la lengua.
Este filósofo norteamericano refuta los planteamientos conductistas sobre la mente humana, ya que está convencido de que es preciso fijarse en los procesos mentales que producen el lenguaje.
Chomsky es racionalista e innatista respecto a la capacidad lingüística de la especie humana, porque considera que es exclusiva de los seres humanos. Es una de las expresiones principales de la naturaleza humana. La gramática universal elaborada por Noam Chomsky incluye los elementos innatos del lenguaje existentes en la inteligencia. Piensa que la lingüística es una rama de la psicología.
La capacidad teórica del intelecto posibilita la construcción o elaboración de oraciones bien formadas. La función sopesadora de la mente es fundamental para que los hablantes usen el lenguaje hablado y el escrito. La filosofía del lenguaje investiga sobre los usos del lenguaje y otras numerosas cuestiones. No debe olvidarse que la filosofía es una actividad crítica, argumentativa y reflexiva fundamentada en las palabras. Es una disciplina verbal. Aunque una parte de la filosofía sea la lógica matemática, formal o simbólica.
El análisis del comportamiento lingüístico no es suficiente para Chomsky a pesar de lo que dicen algunos psicólogos conductistas. A mi juicio, es incontestable desde un enfoque más amplio del lenguaje y del pensamiento.
No se debe obviar que pensamos al hablar, ya que escogemos los términos que queremos pronunciar y la memoria semántica también es pensamiento. Al escribir y leer también se está utilizando la capacidad de memoria y, por tanto, están funcionando estructuras conceptuales y simbólicas.
La facilidad innata para el lenguaje ya está operando en los niños, lo que no presupone que no tenga que ser potenciada con la lectura y la escritura y también con la observación atenta de la realidad inmediata.
Se comprende que Noam Chomsky escriba que «No podemos esperar que sea útil un estudio del aprendizaje o de la percepción adhiriéndose a rigideces metodológicas que limitan el aparato conceptual de una manera exagerada, hasta el extremo de rechazar el concepto de “qué se percibe” y el concepto de “qué se aprende”». La distinción está en que lo percibido posee significación y lo aprendido supone también retención en la memoria de lo aprehendido cognitivamente por la inteligencia de cada individuo.
El psicólogo estadounidense Skinner en cambio se opone al innatismo y al racionalismo, ya que es conductista, porque considera que el aprendizaje del lenguaje supone una estructura empirista y observacional y se produce por un conjunto de respuestas a ciertos estímulos.
De todas formas, también es posible que se pueda adoptar un planteamiento ecléctico en relación con la adquisición y desarrollo del lenguaje, puesto que lo innato y lo adquirido o lo apriórico y lo observacional se integran en los procesos cognitivos de los sujetos.
Los planteamientos sociales transformadores del científico y psicólogo Skinner son también profundos, aunque no son aplicables a las situaciones reales de la sociedad, porque limitan las libertades individuales. En su novela Walden dos de 1945 propone una reforma social basada en el cambio de las conductas de los individuos y en su control con el fin de lograr el bienestar de todos los ciudadanos que conforman la sociedad.
Aunque desde un plano especulativo es pensable la planificación científica de un nuevo sistema social, en realidad, es algo muy difícilmente realizable. Y no cabe duda de que un control estricto de los comportamientos de las personas que viven en sociedad sería algo claramente excesivo, sin duda.
Es necesario, a mi juicio, proteger la libertad de cada individuo. La ausencia de coacción no supone que los sujetos sean libres, ya que se requiere un mayor nivel de independencia. Y es que la libertad humana no puede ser condicionada por una sociedad pensada científicamente. Otra cuestión muy diferente es que las leyes regulen las conductas humanas amparando y protegiendo las libertades individuales. Esto ya sucede y es lo apropiado.
También es verdad que se pueden realizar reformas sociales con el propósito de lograr sociedades más felices e individuos que puedan realizarse de modo pleno a lo largo de su trayectoria vital. En la era digital es posible una sociedad mejor.
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