Las relaciones de Alemania con los Estados Unidos tambalearon el lunes aún más, a raíz de acusaciones sobre un agente doble. Un empleado del Servicio de Inteligencia Exterior de Alemania (BND) fue arrestado supuestamente por haber vendido más de 200 documentos secretos al servicio de inteligencia de los EE.UU.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo el lunes pasado que las acusaciones de espionaje por parte de un sospechado agente doble eran serias, luego de que ministros de su gabinete pidieron una rápida respuesta a Washington. También los comentaristas en el país exigieron una dura respuesta al caso. Los últimos reportes sobre el agente doble, que se suceden luego de las revelaciones sobre las prácticas de los EE.UU. para juntar información y las escuchas telefónicas al celular de Merkel, han provocado indignación en Berlín.
Al embajador de los EE.UU. ante Alemania se le pidió que se presentara el viernes para una conversación con el Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, luego de que los medios informaron que un empleado del BND fue arrestado la semana pasada, bajo sospecha de haber estado pasando información, por espacio de dos años, a una agencia de inteligencia de los EE.UU.
“SI los reportes son correctos, será un caso muy serio,” dijo Merkel el lunes en una conferencia de prensa durante su visita a China, de acuerdo con una declaración del gobierno alemán. Ella agrego que “eso sería para mi una flagrante contradicción con lo que yo considero que es una confiada cooperación entre agencias y socios”.
EL ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, dijo el lunes que aquel “hombre no puede simplemente volver a su trabajo como siempre, si la sospecha es confirmada” y pidió que Washington ayude a una rápida clarificación del caso. El ministro de Justicia, Heiko Maas, pidió explicaciones a los Estados Unidos, diciendo que “sólo de esta manera los estadounidenses podrán ganarse de nuevo la confianza”.
El ministro del Interior, Thomas de Maiziere, quien demandó una rápida y clara respuesta del gobierno de los Estados Unidos, dijo que este último escándalo mostró la importancia de una contra-inteligencia eficaz. En una reunión cerrada, de Maiziere habló sobre la necesidad de “una visión de 360 grados” en asuntos de inteligencia, reportó el lunes el diario alemán Bild.
En la práctica esto significa que los servicios de inteligencia alemanes deberían estar igualmente alertas ante las actividades de aliados como los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Citando un documento que se filtró del Ministerio del Interior, el diario dijo que las autoridades alemanas están planeando “contra-medidas”, que serían tomadas principalmente contra el monitoreo de la comunicación.
El procurador general de Alemania confirmó la semana pasada que un empleado de 31 años de edad del BND, ha sido arrestado bajo sospecha de actuar para un servicio de inteligencia de los EE.UU.
Citando información de funcionarios de seguridad, el diario alemán Bild am Sonntag dijo el domingo que el hombre había trabajado para la Agencia Central de Inteligencia de los EE.UU. (CIA) y entregó más de 218 documentos secretos a cambio de 25.000 euros (alrededor de 34.686 dólares estadounidenses).
El nuevo caso también provocó ira entre los comentaristas de los medios alemanes nacionales y regionales.
Alemania no es un país donde los medios de inteligencia hostiles o aliados pueden hacer cualquier cosa que les plazca, comentó el lunes Zeit.
“Si – o mejor dicho, por cuanto – el gobierno de los EE.UU. y su maquinaria están convirtiendo en un hazmerreir todas las nociones sobre la amistad germano-estadounidense, entonces es tiempo de ponerse duros” escribió el diario.
“El escándalo de espionaje va a ser una prueba ácida para las relaciones germano-estadounidenses” dijo el diario Tagesspiegel, haciendo notar que eso puede “complicar la atmósfera de otras áreas de extrema importancia para ambas partes, tales como las negociaciones sobre el acuerdo de libre comercio entre la UE y los EE.UU.”
El Stuttgarter Zeitung comentó el domingo que el escándalo ha probado claramente por parte de los EE.UU. “su desdén por las instituciones democráticas y el desprecio por un socio más pequeño”.
“Nosotros ahora tenemos la nueva confirmación de que no somos tan buenos amigos, como la gente pretendía que nosotros debíamos creer” coincidió Tagesspiegel.
En una encuesta de la revista Spiegel, realizada en medio de las últimas revelaciones, el 57 por ciento de los consultados se manifestó a favor de “una mayor independencia de los Estados Unidos”. El 69 por ciento dijo que su confianza en los Estados Unidos recientemente había caído en picada.
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